El ‘president’ de la Generalitat, Ximo Puig, ha celebrado este domingo que la Comunitat Valenciana será la segunda autonomía, tras Andalucía, que más se beneficiará del cambio en el criterio de reparto del fondo no reembolsable de 16.000 millones que aprobará el Gobierno para compensar los gastos derivados de la crisis del coronavirus.
«Es una buena noticia a la espera de leer la letra pequeña», ha manifestado en rueda de prensa tras la reunión semanal entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y los autonómicos. El cambio incluye un fondo para educación y otro para movilidad, lo que favorecería a las CCAA con más población como pedía la Generalitat.
Puig no ha concretado la cantidad que le toca a la Comunitat por «prudencia», para no generar expectativas, aunque ha estimado el crecimiento entre un siete y un 10% de lo previsto inicialmente en el reparto del fondo no reembolsable por parte del Ministerio de Hacienda. Espera que sirva para «tapar agujeros por la caída de ingresos».
Eso sí, ha hecho hincapié en que el cambio del modelo de financiación autonómica sigue siendo «inaplazable ahora más que nunca» y en que hay que abrir un debate sobre la fiscalidad en España para evitar ‘dumping’ en algunas comunidades. «Siempre te quedas insatisfecho, pero las negociaciones son complejas», ha afirmado mostrándose «relativamente satisfecho».
El también líder del PSPV ha defendido que era de «justicia» aumentar el porcentaje del reparto por el peso poblacional del 34 al 50% y ha agradecido al Gobierno que atienda sus peticiones. «Ahora hay que ver la letra pequeña del acuerdo y después hablar con rigor y seriedad», ha remarcado, porque tiene que pasar por el Congreso.
«CADA UNO DEFIENDE SUS INTERESES»
Ha dicho que entiende a sus «colegas» enfadados por este cambio, en referencia a las quejas de presidentes como Quim Torra (Catalunya) o Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha) o Javier Lambán (Aragón), pero ha negado «mal ambiente» en la reunión con Sánchez.
Es, a su juicio, una acción justa porque «hay comunidades que estaban muy a gusto con este sistema, pero no la Comunitat», que lo valora «moderadamente y sin agresividad». «Cada uno defiende sus intereses», ha zanjado.
Dentro del fondo, en el primer bloque para gasto sanitario «se aumenta considerablemente la variable demográfico, del 20 al 35% en el primer tramo de 6.000 millones a repartir en julio y del 40 al 45% en el segundo.
El segundo bloque de 2.000 millones para educación que llegarán en noviembre también era una «reivindicación» de la Generalitat para compensar el esfuerzo durante la pandemia. «El dinero se repartirá solo con variables demográficas, tal y como pedíamos», ha subrayado.
Y el tercer fondo de 5.000 millones, previsto para diciembre, va para la caída de ingresos propios, por lo que ha propuesto que el Gobierno atienda primero la recaudación efectiva de cada CCAA «penalizando el ‘dumping’ fiscal».
También ha celebrado los 800 millones incluidos en esta partida para transporte ante la caída de viajeros en transporte urbano e interurbano y se ha comprometido a atender el local colaborando con los ayuntamientos. En el caso de València ha vuelto a defender su intención de un «billete único» y ha recordado la «deuda histórica» del Gobierno.
En definitiva, «el nuevo diseño del fondo atiende nuestras reivindicaciones y nos ayudará mejor en los primeros compases» tras el estado de alarma, ha confiado, lo que ve una prueba de que el diálogo funciona. «Es el camino que tocaba por parte del Gobierno», ha aseverado.
NO HABRÁ SUPERVISIÓN ESPECIAL DEL GOBIERNO
Para controlar el fondo, Puig ha precisado que «no habrá una supervisión especial» del Gobierno, sino que corresponderá a la Intervención General del Estado como es habitual y «cada CCAA tendrá que cumplir lo que establece la normativa con el gasto plenamente justificado». Ha avanzado que la Generalitat buscará fórmulas para atender el gasto sociosanitario.
Hasta entonces, ha propuesto como «grandes debates» a abordar por el Gobierno de forma inminente el de la financiación autonómica, aunque ha agradecido la «mayor sensibilidad» de Hacienda con el envío de recursos para pagar a familias y proveedores. Ha reclamado que no abandone su promesa de un nuevo modelo «para garantizar la recuperación equitativa y no a velocidades diferentes».
PIDE UN DEBATE SERIO SOBRE LOS IMPUESTOS
También ha exigido «un debate serio sobre la fiscalidad porque las CCAA no pueden huir de su obligación», acabando con «privilegios y discriminaciones». «No podemos estar permanentemente exigiendo recursos y que otras autonomías no cumplan la corresponsabilidad fiscal», ha recalcado como «un debate determinante, sin demagogia y con rigor y progresividad fiscal para que paguen más los que más tienen, pero sobre todo con eficiencia en el gasto».
Y ha abogado por abrir un debate sobre la educación en España porque «no ha jugado el papel central que le tocaba en la pandemia y para ir a una normalidad mejorada». Un debate «a fondo» y no solo para el curso 2020-2021 que «exige de un gran acuerdo».
«La educación debe volver a tener el protagonismo que merece en el futuro de la reactivación», ha reivindicado a la espera de lo que concreten la ministra, Isabel Celaá, y los consejeros este jueves para el inicio de curso. El Consell también se reúne esta semana para decidir medidas autonómicas.