La ciencia habla: Estas mascarillas sí son reutilizables y así se desinfectan

La pandemia provocada por la COVID-19 ha puesto en evidencia un problema que nos ha terminado afectando a todos. Al principio de la noticia, las mascarillas que existían no eran suficientes. Es decir, sufrimos en primera persona un fuerte caso de desabastecimiento. Al igual que ocurrió con los Equipos de Protección Individual (EPIs), ni siquiera los centros de salud contaban con recursos suficientes.

Debido a esta situación alarmante, la ciencia se ha puesto a investigar de qué formas podemos descontaminar equipos como las mascarillas FFP2 y FFP3 para que tengan una vida útil más alargada. El proceso debe ser minucioso, pues, de lo contrario, la efectividad de las mismas llegaría un momento en que sería completamente nula.

Gracias a los estudios realizados, se ha conseguido llegar a varias conclusiones. Así es como la ciencia desvela qué mascarillas se pueden reutilizar y cómo hacerlo.

El tratamiento que permitiría reutilizar las mascarillas

personal sanitario

El estudio ha dado con un tratamiento que permitiría alargar la vida de las mascarillas. Se trata de un método térmico en autoclave de 120 grados que se debe llevar a cabo durante un total de 20 minutos. Cuando mojamos una mascarilla del tipo FFP2 o FFP3, corremos el riesgo de alterar la capacidad que tiene para mantener fijadas las partículas. Esto reduce su efectividad, por lo que los métodos en los que se han basado no podían realizarse a base de líquidos (agua, lejía, soluciones jabonosas o alcohólicas, etc.).

El tratamiento térmico, además, ha sido el seleccionado gracias a la disponibilidad de autoclaves en los hospitales. Esto permite aplicar el protocolo al completo con equipos y procesos muy similares a los que ya se emplean para esterilizar todo el material sanitario que encontramos en los centros. De este modo, se consigue el poder reutilizar también este material y no tener que estar adquiriendo nuevo de forma continua.

Este tipo de procesos deben hacerse por personas capacitadas para ello. Es decir, en todo momento, el tratamiento está pensado para que sea llevado a cabo en los hospitales y no en casa. Además, debemos tener en cuenta que las mascarillas que se usan en la calle son las quirúrgicas y no hay necesidad de emplear otro tipo de material profesional como las FFP2 o FFP3.