Rápido, saludable y fresco para el verano: así se hace un verdadero ajoblanco

El gazpacho, el salmorejo e incluso la vichyssoise son sopas frías ideales para cuando las temperaturas empiezan a apretar. Son recetas estupendas porque son refrescantes, saludables y normalmente muy fáciles de preparar. Hoy sin embargo, queremos centrarnos en otro de los platos veraniegos, quizás un poco más desconocido, el ajoblanco. Reúne los mismos requisitos, es rápido, saludable, y está muy rico especialmente si se sirve muy fresquito. Te contamos cómo se prepara a continuación.

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La guarnición

Rápido, saludable y fresco para el verano: así se hace un verdadero ajoblanco

También la guarnición del ajoblanco varía mucho dependiendo de la zona, aunque si es cierto que donde hay más acuerdo es en el de añadirle uvas de moscatel – especialmente en Málaga, claro. Pero le podemos añadir muchos otros ingredientes como la manzana, el melón, el jamón o incluso un poco de queso de cabra. En todo caso, siempre se le añade un chorrito de aceite para darle gracia y no le queda mal un poco de pimentón o algo que rompa el dulzor.