Los peligros de no cambiar tu mascarilla quirúrgica

A pesar de que el uso de la mascarilla es obligatorio en todo el territorio nacional desde hace casi medio año, todavía no nos acostumbramos a «gestionarla» de forma correcta, lo que podría estar mermando su eficiencia. Ponerla de forma incorrecta, no llevar la talla adecuada o no cambiarla cuando es necesario son algunos de los malos usos que más se repiten respecto a la mascarilla quirúrgica.

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Neumonía

Si no cambiamos la mascarilla quirúrgica cada cuatro horas o lavamos la mascarilla reutilizable con la frecuencia necesaria, además de la falta de efectividad protectora frente al coronavirus, nos encontraremos con mascarillas llenas de virus y bacterias que estaremos inhalando sin darnos cuenta. De esta manera, aumentamos el riesgo de padecer una neumonía bacteriana o vírica que afectará a nuestros pulmones. Esto es especialmente peligroso en personas que acaban de superar el coronavirus por ejemplo, o incluso podría agravar la patología a pacientes que están contagiados pero son asintomáticos.