¿Qué ha hecho Carlos Navarro (‘El Yoyas’) desde que salió de Gran Hermano?

Carlos Navarro, más conocido como ‘El Yoyas’ y exconcursante de GH 2 ha vuelto a estar de actualidad pero por motivos muy tristes y desgraciadamente repetidos. El Juzgado de lo Penal Número 5 de Las Palmas de Gran Canaria le ha condenado como autor de siete delitos, seis contra su exmujer y sus hijos y uno contra la nueva pareja de su exmujer. Su trayectoria profesional está llena de altibajos y la personal, ya vemos a qué se llegó. Vamos a centrarnos en lo profesional y repasamos qué hizo Carlos Navarro tras su salida de la casa de Guadalix en Gran Hermano.

Recordemos que ‘El Yoyas’ conoció a su expareja en el reality, Fayna Bethencourt, y desde el principio se vio que había un gran amor pero muy pasional. Y también su lado violento, tanto que acabó expulsado por conducta indisciplinaria. El tiempo fue confirmando a los extremos que llegó, entre celos y maltratos que ahora una sentencia, aunque recurrible, ha confirmado. Pero también compartieron platós y programas, como ahora veremos, y Fayna siempre aseguró que, a pesar de todo, era el hombre de su vida.

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Carlos Navarro, empresario

carlos navarro Moncloa

Como muchos exconcursantes de realities, no podía faltar su aventura empresarial, como no, en el mundo de la restauración o de la noche. Carlos Navarro abrió junto a su pareja Fayna una discoteca en Barcelona llamada ‘La Taberna del Yoyas’. Incluso probó fortuna en el mundo de la canción, grabando una tema que llevaba por título ‘Voy trepidando’, que llegó a incluirse en el Disco Estrella del 2006.

Nada hacía presagiar lo que ahora se ha confirmado judicialmente, a pesar de su perfil. Así, la pareja acudía al programa ‘¡Qué tiempo tan feliz!’ y contaban lo feliz que eran y lo mucho que había cambiado ‘El Yoyas’: «Me ha domesticado, yo estaba asilvestrado«, contaba Carlos. «Como padre es el mejor, mis niños te lo podrían decir. Y como marido es el amor de mi vida. Discutimos, nos reconciliamos, nos queremos… Lo que es un matrimonio», contó Fayna, que parecía que llevaba la procesión por dentro.