Dormir bien es algo fundamental para la salud, no solo física, también psicológica. Sin embargo no le damos la suficiente importancia y tendemos a rascarle horas al sueño como si fuese algo de lo que podemos prescindir. Después vienen problemas como la baja productividad, estados de ánimo irritables e incluso depresivos, sistema inmunológico débil, e incluso el sobrepeso puede estar relacionado con el insomnio o una calidad del sueño deficiente.
¿Te cuesta dormir? ¿Tardas mucho en conciliar el sueño y te despiertas muchas veces por la noche? ¿Tienes problemas de insomnio? Existen algunas pautas que podemos incorporar fácilmente a nuestros hábitos y que, si lo hacemos con meticulosidad, pueden dar resultados permanentes. En los casos más graves de insomnio, conviene acudir a un especialista que estudie las causas y nos facilite un tratamiento. Dicho esto vamos a enumerar algunos trucos que pueden ser de gran ayuda.
VIGILAR LAS CENAS
Todos hemos escuchado el dicho popular ‘de grandes cenas están los cementerios llenos’. Quizá no haya que tomárselo en un sentido tan trágico, pero sí tenerlo en cuenta. La propia digestión hace que el cuerpo varíe su temperatura corporal, y esto puede dificultar el sueño. Cenar muy tarde e irse a la cama enseguida puede provocar que tardemos mucho más tiempo en dormirnos. Por otra parte podemos favorecer el sueño si incluimos en nuestra cena alimentos ricos en proteínas y carbohidratos, porque estimulan la absorción de triptófano, que es un precursor de la melatonina, imprescindible para conciliar el sueño. Por ejemplo un poco de arroz integral con verduras y pescado. También conviene reducir el consumo de sustancias estimulantes como la tía, la nicotina o la cafeína, al menos a partir de la tarde, si no queremos pasar una terrible noche de insomnio.
