Enrique López se crece y se vende como «el número 2 de Ayuso» en los bares de pueblo

El consejero de Justicia de la Comunidad de Madrid, Enrique López, sabe que, como mínimo, es el hombre fuerte de la presidenta autonómica Isabel Díaz Ayuso; o como algunos le llaman, «el segundo» de la líder popular. En cualquier caso, fuentes del PP deslizan que, a pesar de que aún no se ha determinado quién será consejero de qué, lo cierto es que Enrique López ya actúa como si fuera vicepresidente de la Comunidad de Madrid e incluso se ha atrevido a garantizar a algún que otro alcalde de un municipio de la sierra noroeste de Madrid subvenciones públicas antes siquiera de que se haya presentado el proyecto. Se ve fuerte y seguro. Y si Vox no exigirá la vicepresidencia, sabe que él tiene muchas papeletas para ocupar el cargo.

Esas subvenciones que ha comprometido están relacionadas con su consejería. Tampoco es que López se haya venido arriba hasta el punto de hablar en nombre de otros compañeros. En cualquier caso, ha llamado la atención en el PP que el consejero de Justicia vaya de visita a los municipios comprometiendo dinero público antes siquiera de que se haya presentado el proyecto. Y más incomoda a algunos consejeros que López actúe con tanta seguridad sin que siquiera se hayan repartido los roles que ocuparán los diputados populares en este nuevo gobierno autonómico. El tema es que López parece que tiene una seguridad en sí mismo importante como para actuar así, a diferencia de otros consejeros que no saben si seguirán al frente de sus consejerías.

Una comida, unas palabras y un compromiso de dinero público antes incluso de que el alcalde en cuestión haya presentado el proyecto. Esta es la información que deslizan fuentes del PP y que deja a Enrique López en una situación algo comprometida dado que algunos de sus compañeros de partido no ven con buenos ojos que el consejero de Justicia se mueva con esa seguridad por los municipios sin que nadie tenga claro qué será de quién en unas semanas. Y menos que se tome la libertad de asegura al alcalde en cuestión (popular, por supuesto) que cuenta con el aval de la autonomía para realizar un proyecto aprobado de antemano.

El que ya se hable de Enrique López como «número dos» de Ayuso es algo que infla el ego del juez, y que ha hecho disparar los rumores en la Comunidad de Madrid sobre el futuro de López. Pese a que haya sido el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, quien ha ido de número dos en las listas, es López quien ha ganado peso dentro del gabinete de Ayuso hasta el punto de que es quien más papeletas tiene para ser el vicepresidente de la Comunidad. Si antes estaba al frente de los rumores, ahora, después de que se haya deslizado que López compromete dinero público antes incluso de que se haya presentado el proyecto en claro, lo garantiza.

Hay otros consejeros a los que Ayuso no ha dirigido la palabra desde que ganó las elecciones

Hay otros consejeros a los que Ayuso no ha dirigido la palabra desde que ganó las elecciones. Es algo habitual que ella acostumbra a hacer para inquietar a sus trabajadores, pero en este caso es más duro dado que algunos como David Pérez o María Eugenia Carballedo no saben a día de hoy si seguirán al frente de sus consejerías. Sin embargo, parece que Ayuso no se ha atrevido a hacer este juego del silencio (o del vacío) con el juez. Enrique sabe que seguirá como mínimo en su consejería y juega a ser vicepresidente. Parece que su buena relación con el jefe de gabinete de la presidenta, Miguel Ángel Rodríguez, y sus contactos dentro del PP (especialmente con los históricos de Génova), le han convertido en un intocable dentro del equipo de Ayuso. Se ha librado de los juegos de la presidenta.

De todas formas, no todo está cerrado. Se intuye quién saldrá del ejecutivo autonómico de Ayuso pero no se ha garantizado nada. Habrá cambios previsiblemente en la Consejería de Sanidad dado que la presidenta quiere retirar con honores a Ruiz Escudero y se tocarán algunas consejerías que previamente pertenecían a Ciudadanos. Pero, sobre cómo será dicho gobierno, Ayuso insiste en que no habrá apenas cambios (pero algún consejero popular tiene todas las papeletas para salir del Ejecutivo).

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El perfil de Enrique no es precisamente amable. No es uno de esos consejeros que no generan debate, como puede ser el caso de la exconsejera de Cultura Marta Rivera de la Cruz. López ha tenido sus salidas de tono en el pasado (especialmente a lomos de una motocicleta con más porcentaje de alcohol en sangre del permitido), pero sobretodo tiene un carácter que incomoda a muchos dirigentes y diputados autonómicos populares. Algunos no generan debate, pero el caso de López es bien distinto. A cada diputado que se le pregunte sobre López, la respuesta no es precisamente amable. Es un consejero al que nadie querría de enemigo y que mantiene un nivel de contactos en Génova importantes que le hacen intocable.

Una cosa, sin embargo, era el ser intocable y otra que ascienda de forma vertiginosa dentro de la Comunidad de Madrid. No es precisamente el perfil que más seduce al PP en Madrid para ocupar el cargo de vicepresidente. Y menos si Ayuso tiene en mente dar el salto a la política nacional en un futuro. Que la carrera política de López se haya reanimado después de su debacle en el pasado inquieta a algunos, porque los más aventurados apuestan porque el consejero podría ser el relevo de Ayuso en la Comunidad de Madrid como posible candidato popular en un feudo en el que casi seguro que se convertiría en presidente autonómico.