Frío o calor: qué debes aplicar si te has dado un golpe

Todos sabemos que aplicar frío o calor en una zona dolorida o donde nos hemos dado un golpe, puede aliviar las molestias. De hecho es uno de los remedios caseros (y recomendados por los médicos) para calmar dolores musculares o de las articulaciones. Sin embargo, llegado el momento muchas veces dudamos y no sabemos qué hacer, ¿frío o calor? ¿Cuál aplicar? Generalmente algunas lesiones mejoran con el frío, otras con calor y hay casos en la que ambos remedios pueden ser beneficiosos. Para tenerlo todo un poco más claro es importante saber cuáles son los efectos de uno y otro y de qué manera aplicarlo.

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RESUMIENDO, ¿QUÉ ES LO MEJOR PARA UN GOLPE?

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En resumen podemos decir que generalmente podemos aplicar calor en los dolores musculares o articulares en los que no haya inflamación, es decir, si la zona no está hinchada. Por ejemplo, está indicado para contracturas musculares, agujetas, dolor lumbar, cervical o artrosis de rodilla. La duda surge porque el frío actúa como relajante muscular y proporciona un alivio a corto plazo porque tiene un efecto sedante. Sin embargo como tratamiento a largo plazo el calor es mejor.
El frío, como norma general, es la mejor elección en el caso de lesiones que provoquen inflamación y dolor, como por ejemplo un golpe. Pero ojo, solo durante las primeras 72 horas. Transcurrido este tiempo, si la hinchazón se ha reducido, podemos comenzar a aplicar calor, que además resulta más placentero.

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