El Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) afirma que «no existe una necesidad urgente de administrar dosis de refuerzo de vacunas a individuos completamente vacunados en la población general», según un informe técnico emitido este miércoles por el organismo.
No obstante, el informe señala que sí se deberían considerar dosis adicionales para las personas con sistemas inmunológicos gravemente debilitados como parte de su vacunación primaria, si no logran un nivel adecuado de protección de la vacunación primaria estándar.
También afirma que se podría considerar la posibilidad de proporcionar una dosis adicional, como medida de precaución, a las personas mayores y frágiles, en particular a las que viven en entornos cerrados, como los residentes de centros de atención a largo plazo.
La evidencia basada en la efectividad de la vacuna y la duración de la protección muestra que todas las vacunas autorizadas en la UE/EEE son actualmente altamente protectoras contra la hospitalización, enfermedades graves y muerte relacionadas con COVID-19, mientras que aproximadamente uno de cada tres adultos en la UE/EEE es mayor de 18 años todavía no está completamente vacunado.
En esta situación, afirma, «la prioridad ahora debería ser vacunar a todas aquellas personas elegibles que aún no hayan completado su ciclo de vacunación recomendado. Para complementar los esfuerzos de vacunación, también es fundamental seguir aplicando medidas como el distanciamiento físico, la higiene de las manos y las vías respiratorias y el uso de mascarillas cuando sea necesario, en particular en entornos de alto riesgo, como centros de atención a largo plazo o salas de hospitales con pacientes en riesgo de COVID-19 severo».
Es importante distinguir entre dosis de refuerzo para personas con sistemas inmunitarios normales y dosis adicionales para aquellas con sistemas inmunitarios debilitados. Algunos estudios informan que una dosis adicional de vacuna puede mejorar la respuesta inmunitaria en individuos inmunodeprimidos, como los receptores de trasplantes de órganos cuyas respuestas iniciales a la vacunación fueron bajas. En tales casos, ya debería considerarse la opción de administrar una dosis de vacuna adicional.
El asesoramiento sobre cómo deben administrarse las vacunas sigue siendo prerrogativa de los grupos asesores técnicos de inmunización nacionales (NITAG) que guían las campañas de vacunación en cada Estado miembro de la UE. Estos organismos están en la mejor posición para tener en cuenta las condiciones locales, incluida la propagación del virus (especialmente cualquier variante de preocupación), la disponibilidad de vacunas y las capacidades de los sistemas nacionales de salud.
El ECDC actualizará su informe técnico a medida que el ECDC y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) continúen trabajando juntos para recopilar y evaluar los datos que están disponibles sobre refuerzos y dosis adicionales. «Debe continuarse el seguimiento estrecho de los datos sobre la eficacia de las vacunas y de las infecciones avanzadas, en particular entre los grupos vulnerables en riesgo de contraer COVID-19 grave y entre los que viven en entornos cerrados», señalan.
Mientras tanto, concluye, «los Estados miembros deben prepararse para posibles adaptaciones de sus programas de vacunación en caso de que se observe una disminución sustancial de la eficacia de la vacuna en uno o más grupos de población».