Uno de los aderezos más utilizados para aliñar la comida de origen asiático es la salsa de soja. Se produce al fermentar semillas de soja de forma natural con los hongos Aspergillus. Fue creada en China hace unos 2.500 años y actualmente tiene un montón de variedades. Su alto contenido en sodio o isoflavonas, a pesar de sus beneficios, puede producir problemas de salud. Destaca entre las salsas porque reúne los 4 tipos de sabores en una sola siendo dulce, salada, ácida y amarga al mismo tiempo. La salsa de soja tomada en exceso puede ser contraproducente para la salud.
4La salsa de soja contiene isoflavonas
Las isoflavonas son compuestos vegetales naturales que tienen una estructura parecida a los estrógenos. Se clasifican dentro de los fitoestrógenos que, a pesar de ser compuestos químicos, se comportan de igual forma que los estrógenos en el organismo. Si la cantidad ingerida de isoflavonas es excesiva, puede producir efectos secundarios al incidir en el metabolismo actuando como disruptores hormonales o endocrinos. Las consecuencias que podría sufrir una persona se reflejan en la disminución de la fertilidad y, en el caso de las mujeres, también se vería afectada la duración del ciclo menstrual.
