El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en Madrid ha inaugurado la nueva presentación de su colección ‘Vasos comunicantes. Colección 1881-2021’, con más de 2.000 obras de las que un 70 por ciento se muestran por primera vez, entre ellas ‘Mujer acodada en mesa’ de Olga Sacharoff, perteneciente a la colección del Museo Art Nouveau y Art Déco-Casa Lis de Salamanca.
Esta pintura ha sido prestada por la institución salmantina para completar la nueva presentación de la colección del Museo Reina Sofía, según la información facilitada por el centro expositivo propietario de la obra.
‘Mujer acodada en mesa’ es «una de las pinturas más viajeras de la Casa Lis», ya que ha participado en más de diez exposiciones en otras instituciones y ahora se encuentra expuesta en la segunda planta del Edificio Sabatini del Museo Reina Sofía, en el capítulo dedicado a ‘Territorios de vanguardia: ciudad, arquitectura y revistas’.
Según el Museo Casa Lis, la obra se exhibe en una de las salas de exposiciones del Reina Sofía dedicada al panorama artístico barcelonés junto a las creaciones de artistas extranjeros de vanguardia como Picabia, Robert y Sonia Dalunay y Albert Gleizes.
Así, esta obra creada por Olga Sacharoff en 1915 permitirá que los visitantes descubran la influencia cubista en la autora, especialmente de Juan Gris, «aunque después la artista evolucionara centrándose en una paleta de colores grises y azulados y transformando las líneas rectas del cubismo en formas onduladas y alargadas que recuerdan a las figuras de Modigliani»; ha añadido.
SACHAROFF
Tal y como ha explicado, Olga Sacharoff fue una pintora española de origen georgiano. Nació en Tiflis en 1879 y estudió en la Escuela de Bellas Artes de la ciudad. En 1910 se trasladó a Munich, donde entró en contacto con el expresionismo alemán y, en torno a 1911, viajó a París. Fue allí donde se sumergió en el cubismo, corriente en la que se enmarca gran parte de su trabajo.
Al estallar la Primera Guerra Mundial, regresó a España y residió en Mallorca, para posteriormente establecerse en Barcelona. En la ciudad condal, colaboró en la revista de Francis Picabia ‘391’, que se editaba allí y era considerada «portavoz del dadaísmo».
A partir de esos años, la artista «dejó atrás sus modos más vanguardistas» y se sumergió en la estética del ‘novecentismo’. «En su trabajo, las notas surrealistas de los comienzos se sumaron a un tono ingenuo, derivando después a un otro figurativo muy esquemático y colorista definido por los temas populares y festivos y un tipo de composición marcada por la presencia de numerosos personajes en el cuadro», ha explicado el museo salmantino.
A partir de la década de los años 40, «su producción se tornó más decorativa y repetitiva en respuesta a la demanda, cobrando un mayor impulso en el género del retrato». Además, Olga Sacharoff también fue «pionera en el uso del collage».