La consejera de Presidencia y Relaciones Institucionales del Gobierno de Aragón, Mayte Pérez, ha señalado que el Ejecutivo autonómico mantendrá, por precaución, el nivel 2 de emergencia por la avenida extraordinaria del Ebro, que avanza hacia el embalse de Mequinenza (Zaragoza).
Tras la última reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrada (CECOPI), con la presencia telemática de los alcaldes afectados por la avenida, la consejera ha señalado que en las últimas horas «no ha habido más afecciones de las previstas» y «todo ha discurrido con normalidad». Además, ha comentado que la punta llegará a Mequinenza en la tarde noche de este jueves.
Mayte Pérez ha adelantado que el CECOPI volverá a reunirse este viernes, 17 de diciembre, a las 13.00 horas, para ver «si se cumplen todas las expectativas» y si es así, «empezaremos la desescalada y la progresiva toma de decisión de bajar el nivel de emergencia de este Plan de Inundaciones».
En dicho encuentro, los participantes han analizado las afecciones que el agua ha producido, fundamentalmente, en carreteras. En este sentido, se ha hablado de a qué instituciones corresponde cada tramo y cuáles son las actuaciones que hay que realizar «para ponerlas en el menor tiempo posible en marcha», ha apuntado la consejera de Presidencia.
También ha recordado que el consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Joaquín Olona, ha mantenido una reunión con Agroseguro y se ha sumado a su mensaje de tranquilidad a los profesionales que han visto afectados sus cultivos y/o explotaciones ganaderas por la riada.
«Ya llegará el momento de hacer el balance de daños para resarcir a los damnificados», ha dicho, para apuntar que también hay que hacer balance de los procesos que se han seguido para seguir perfeccionando el nivel de coordinación entre administraciones y prepararse para el siguiente episodio, que «esperemos sea dentro de mucho tiempo», ha aseverado.
Mayte Pérez, en este sentido, no ha dado por concluida la avenida extraordinaria aunque esté bajando el caudal porque «desciende todavía con fuerza», ha recalcado, por lo que les ha parecido «prudente» esperar al viernes para reducir el nivel de alerta.
Por último, la titular de Presidencia ha pedido empatía y solidaridad para las personas que viven en directo estas crecidas del río, que son los vecinos de la Ribera Alta, la Baja y de la ciudad de Zaragoza.
«Las administraciones tenemos la obligación de ponernos a trabajar de forma conjunta, de olvidarnos del nivel competencial que tenemos cada uno y en una mesa poner la mejor versión de nosotros mismos para poder minimizar, par proteger la integridad de estas personas y para aminorar el impacto de la crecida», ha sentenciado.
Por último, ha elogiado las intervenciones de limpieza del cauce y trabajos de forestación que el Gobierno de Aragón y la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) han realizado en los últimos años en más de 55 hectáreas, ya que «han dado resultado» y «es el camino a seguir», ha finalizado.
SITUACIÓN HIDROLÓGICA
La jefa de Hidrología de la CHE, María Luisa Moreno, ha detallado que a las 13.30 horas de este jueves, 16 de diciembre, la punta de la crecida del Ebro se sitúa en el tramo entre la localidad de Gelsa y Mequinenza.
Pasadas las 15.00 horas están llegando los máximos caudales en el embalse de Mequinenza, donde «se ha dado la orden de descenso del caudal de vertido, dado que ya hay capacidad suficiente para la absorción de todos los volúmenes procedentes de esta avenida», ha puntualizado.
En la estación de Gelsa, el máximo de esta noche «se ha estabilizado» en 2.200 metros cúbicos por segundo, con una altura de 5,2 metros y está en tendencia «claramente descendente» en los 5 metros.
En Zaragoza, los valores máximos alcanzados hace dos días ya están en descenso, cuando este miércoles se ha llegado a los 5,5 metros. «Ahora estamos con dos metros por debajo, con un caudal de menos de la mitad, unos 1.000 metros cúbicos por segundo», ha apostillado María Luisa Moreno.
El máximo del tramo medio se ha registrado en el municipio navarro de Tudela, el pasado domingo al mediodía, con 2.700 metros cúbicos por segundo y una altura «histórica» de 6,2 metros.
En cuanto a la comparativa con la avenida de 2015, «la mayor de este siglo», se han observado valores en ocasiones superiores en la de 2021 en el tramo de Tudela-Novillas: «En Tudela supero los 30 centímetros a la de 2015».
Sin embargo, ha continuado, aguas a bajo, los niveles observados en las escalas han sido «ligeramente inferiores». Todo ello «gracias a las actuaciones que han mejorado el tránsito de las aguas y ha atenuado los efectos», ha justificado la jefa de Hidrología de la CHE.
EBRO RESILIENCE
En esta línea, María Luisa Moreno ha esgrimido que las acciones del Plan Ebro Resilience «siempre han tenido como objetivo mejorar la seguridad de los núcleos urbanos».
Además, ha subrayado que el papel de los embalses en la crecida extraordinaria ha sido «fundamental». «El de Mequinenza ha estado una semana soltando caudales de 1.500 metros cúbicos por segundo, inferior a los 2.200 metros cúbicos por segundo que han pasado en el tramo de Zaragoza-Gelsa, con lo cual ha evitado daños aguas abajo».
En los embalses de Yesa e Itoiz, el afluente del Aragón ha impedido que circulasen en el medio Ebro unos 1.000 metros cúbicos adicionales al caudal punta de Tudela de 2.700 metros cúbicos por segundo. En definitiva, «la crecida, siendo extraordinaria, habría alcanzado niveles desconocidos de más de 3.500 metros cúbicos por segundo» y no ha sucedido «gracias a los embalses y la laminación», ha reconocido.
Moreno ha recordado que el episodio de riada se ha producido por las intensas y persistentes precipitaciones en la parte noroccidental de la cuenca del Ebro, desde finales de noviembre. «Por el momento, no se prevén nuevas precipitaciones que generen importantes incrementos de caudal», ha concluido.