La sección 8 de la Audiencia de Barcelona ha condenado este lunes a 2 años y medio de prisión a una vidente televisiva y responsable de un gabinete esotérico, a su hijo y a otro trabajador del gabinete por presuntamente estafar 31.000 euros a una clienta aprovechándose que pasaba por un «mal momento».
En la sentencia, se les condena por un delito continuado de estafa y a una inhabilitación para toda actividad económica referida al esoterismo durante el mismo tiempo.
La acusación pedía también acusarles de un presunto delito de pertenencia a grupo criminal, pero la sala ha absuelto a los tres acusados de este delito.
En 2016, la víctima «que estaba en un agujero y no sabía salir», vio el programa de la vidente en televisión y decidió acudir a su consulta de Barcelona, quien le echó las cartas y le pronosticó su muerte inminente y la de sus mascotas, por padecer de mal de ojo.
La acusada, «creando en la víctima un estado de pavor e inseguridad» debido a sus problemas familiares y de salud, para solventar sus problemas y con el ánimo de beneficiarse económicamente, le dijo a la mujer que contactara con los otros dos acusados, quienes le confirmaron los pronósticos que acababa de hacerle la acusada.
La víctima les entregó 4.400 euros en efectivo, según ellos le habían indicado, «diciéndole que todo se solucionaría más rápido si pagaba en metálico».
Durante los siguientes días, los acusados le explicaron a la víctima un caso semejante que habían tenido en el gabinete y que había acabado con la muerte de la hija de la familia, «contribuyendo a trasmitir un miedo cerval por su vida que la llevó a acatar todo lo que los acusados le fueron diciendo».
En la segunda cita, volvieron a indicarle que «su mal era tan grave que precisaba de la ayuda de otras personas» como del Padre Giorgio, que era capellán en el Vaticano, y que para solicitar su ayuda debía pagar 10.000 euros para que el padre se fuera a Jerusalén para salvar la vida de la afectada.
Tres días más tarde, los condenados le dijeron que el Padre Giorgio había sufrido un accidente al bajar del avión «por su culpa», y le pidieron 17.000 euros por los servicios del presunto accidentado, aunque le volvieron a pedir 10.000 más para que así pudiera salvarse antes de Navidad.
La víctima volvió al Gabinete informando de que ya no le quedaba efectivo, pero los acusados, según la sentencia, volvieron a pedirle 3.000 euros para que el Padre Giorgio enterrara unas prendas suyas en Jerusalén «para su salvación».
LA VÍCTIMA ESTABA EN UN «ESTADO DE GRAN FRAGILIDAD»
La mujer intentó llamar los días posteriores al Gabinete para reclamar las facturas de los supuestos servicios que había abonado, hasta que se presentó en las oficinas con una grabadora en el bolso, que los acusados le detectaron y le sustrajeron.
La sentencia destaca «el estado de gran fragilidad y vulnerabilidad emocional (de la víctima), consecuencia de un síndrome ansioso-depresivo con estrés emocional que arrastraba desde hacía años consecuencia de varias patologías traumatológicas que se le habían diagnosticado», por lo que el 30 de septiembre de 2015 le concedieron a sus 57 años la jubilación por Incapacidad Permanente con Grado de Invalidez Absoluta.
La víctima ha renunciado a ser indemnizada por los hechos, y la sentencia recoge que «su objetivo es solo que los acusados no vuelvan a cometer hechos semejantes con otras personas».