Subirats lamenta una «coalición de bloqueo que solo coincide en el no» a la ley de universidades

El ministro de Universidades, Joan Subirats, ha lamentado este viernes la existencia de una «coalición de bloqueo» contra el anteproyecto de ley de Universidades. En una entrevista en Ser Catalunya, ha apuntado que dichas mayorías de bloqueo «solo están de acuerdo en el ‘no’, y no están de acuerdo en nada que sea alternativo».

«Se trata de ser capaces de encontrar la solución para que pueda avanzar», ha expresado, citando como ejemplos el respeto a la autonomía universitaria, tener en cuenta las diferencias y la diversidad entre universidades y una lógica redistributiva y de igualdad.

Se ha referido así al anteproyecto de Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU), también conocida como ‘ley Castells’, en fase de negociación entre los agentes del sistema universitario y que, según Subirats, se llevará en segunda lectura al Consejo de Ministros «lo antes posible» porque prefiere tenerla aprobada antes de 2023.

El ministro, que ha heredado la gestión de esta ley tras la dimisión del anterior titular de la cartera, Manuel Castells, ha pedido «un poco de tiempo» para hacerse suyo el proyecto, en sus palabras.

Ha sugerido que su aportación se basará en «avanzar en un tipo de ley que ponga más énfasis en ‘hacia adonde vamos’ que en la reglamentariedad», y ha mencionado la formación a lo largo de la vida, la ciencia abierta y ciudadana y el reconocimiento a la complejidad del sistema como elementos a tener en cuenta.

En concreto, ha destacado la importancia de las universidades como centros de formación continua ya que España tiene un porcentaje menor de titulados de educación secundaria postobligatoria no universitaria que otros países europeos, y a ellos quiere dirigirse Subirats para completar su formación: «Las universidades tienen el ‘target’ situado en los 18 años pero tienen la posibilidad de sumarse a un cambio de gran envergadura: contribuir a la formación permanente».

Además, ha apuntado que la futura ley pondrá en valor la presencialidad, convirtiéndola en algo «más significativo» que la asistencia a una clase magistral, y la relación entre universidad y entorno a través de la transferencia de conocimiento y la adaptación de los currículums a nuevas realidades como la inteligencia artificial.

Ha manifestado que no cree que haya un «conflicto» con el catalán en las universidades y que el sistema hace bien en incentivar una presencia fuerte de dicha lengua –en sus palabras–, ya que él, en su experiencia, sí tuvo dificultades para enseñar en catalán.

MESA DE DIÁLOGO

Subirats ha asegurado que no ha discutido con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sobre su presencia en la mesa de diálogo con la Generalitat, y ha recordado que su predecesor, Manuel Castells, no figuró en la última convocatoria tras los reajustes que provocó el cambio de miembros de la delegación catalana.

No obstante, ha celebrado que la existencia de la mesa es un «cambio muy importante» porque supone el reconocimiento de que hay un conflicto político, algo que en su opinión contrasta con el abordaje que hizo el PP de esta cuestión.

Subirats ha sostenido que «alguna forma de consulta de un cambio en la estructura del Estado debería existir en algún momento u otro», porque existe un problema de base –en sus palabras– desde que el Tribunal Constitucional derogó parte del Estatut de 2006.

Por otro lado, ha esbozado que la aprobación de los presupuestos catalanes con los comuns «ha marcado cambios que pueden ser significativos en la búsqueda de otras alianzas».