Ayuso y Feijoo llegan a un acuerdo para implantar una gestora y dirigir la transición de poder en el PP

El presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, y la de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, han llegado a un acuerdo para acabar con Pablo Casado y con Teodoro García Egea. Ambos han hablado por teléfono estas últimas horas para urdir una alianza que saque de Génova a la actual cúpula del partido. El acuerdo contempla formar una gestora coordinada por el propio Feijoo a la par que Ayuso se ha comprometido a no presentarse al congreso nacional a cambio de que se celebre el de Madrid este año. Con este acuerdo, Feijoo y Ayuso esperan «salvar» al Partido Popular y conseguir que la actual cúpula, muy tocada, deje de una vez el poder para dar paso a una gestora.

Ayuso será presidenta del PP de Madrid y se presentará a las autonómicas para sacar mayoría absoluta. Con esto, la líder autonómica espera reforzar su imagen política y sobretodo quitarse de en medio a una cúpula que ha destinado recursos de forma «clandestina» para espiarla y recoger pruebas contra ella. Entretanto, Feijoo parece que tendrá su oportunidad de oro para hacerse con la presidencia del Partido Popular y ser el candidato a las generales batiéndose directamente contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Ambos ganan y solo Casado pierde. El plan está en marcha.

Esta alianza ha sido iniciativa directa de Feijoo, el más activo en esta crisis interna que atraviesa el Partido Popular. El temor que tenía el presidente gallego era que Ayuso quisiera arrebatarle la presidencia del PP, razón por la que tardó en reaccionar al espionaje. En cualquier caso, Ayuso ha sabido ser «paciente», tal y como cuentan desde Génova, y ha asumido que ella tiene que estar en Madrid para reforzar su posición como política y para aspirar a la presidencia del Partido Popular más adelante. Ahora es el momento de Feijoo. O al menos lo es de la gestora que se hará cargo del partido hasta que en verano se celebre el congreso del PP que buscará un nuevo candidato o candidata a las elecciones generales. Algo que son malas noticias para el PSOE.

«Mi opinión la sabe él (Casado), se la he dado de forma clara y nítida, pero no la voy a revelar por lealtad a él», ha asegurado el presidente de Galicia en referencia a la crisis interna que atraviesa el Partido Popular. Esto lo ha asegurado antes de decirle que debe tomar una «última decisión». Entretanto, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha indicado que está aún con el problema del espionaje y los contratos de su hermano. «Ahora he defenderme en la Fiscalía, donde me han arrastrado maliciosamente», ha asegurado la presidenta madrileña. «Alguien tiene que tomar responsabilidades», ha matizado.

Este acuerdo contempla que Feijoo se instale en Madrid de forma intermitente para gestionar la transición. Él y gran parte de su equipo. El único problema es que a Casado y a Teodoro les ha costado dejar el puesto dado que se han atrincherado en Génova a la espera de que la tormenta amainara. Como no lo hizo, tanto el presidente gallego como la madrileña han tenido que tomar cartas en el asunto con el beneplácito de todos los demás barones. Casado se ha quedado sin apoyos y esto le ha convertido en un político desahuciado. Feijoo ha visto su oportunidad y se ha olvidado de los dossieres de Santamaría.

Ayuso se ha comprometido a no asaltar la presidencia del Partido Popular

Esta conversación entre Feijoo y Ayuso ha tenido intermediarios. Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de la presidenta de la Comunidad de Madrid, ha intervenido varias veces en las «negociaciones» y ha sido una parte fundamental del acuerdo entre la presidenta madrileña y el gallego. Tal y como aseguran fuentes del PP, Ayuso se ha comprometido a no asaltar la presidencia del Partido Popular a cambio de que se celebre el congreso del PP de Madrid que tanto ha retrasado Casado por miedo a que la dirigente madrileña se convirtiera en una amenaza peligrosa para la cúpula del partido.

Los casadistas, como contrapartida, están cayendo como moscas. Los que no han dejado su cargo tienen la presión directa de todos los demás militantes o dirigentes del partido para que dejen sus puestos. Un claro ejemplo de ello es Diego Gago, un joven popular ‘hooligan’ de Casado que tiene toda la presión del PP gallego para que deje su cargo lo antes posible, pero hay muchos más. Como en cualquier cambio de poder, se empieza a ver cómo la caída del presidente del PP trae consigo la caída de otros muchos. A algunos les cuesta, pero el cambio de dinámica ya está en marcha. Y Feijoo será quien lidere esa transición tan esperada por muchos. No hay que olvidar que desde 2020 había dirigentes del PP que buscaban la forma de acabar con Casado antes de las generales.