Alberto Garzón ahonda su «tumba política» al meter a IU en la manifestación contra la OTAN

El ministro de Consumo, Alberto Garzón, se está esforzando mucho en salir de la política, aunque no están todos sus compañeros seguro de ser lo que quiere. Mientras intenta entrar en la plataforma de Yolanda Díaz, el ministro ha visto un nicho de oportunidad en liderar la contracumbre de la OTAN. La ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda del Gobierno ya ha dejado claro que asistirá e incluso que apoya la presencia de los aliados en España, algo en lo que la han acompañado sus principales futuros socios: Más País. Sin embargo, IU ha preferido hacer gala de su historia y se ha sumado a las protestas contra la Cumbre de la OTAN. Sobre Alberto Garzón solo hay críticas en Unidas Podemos. Y ahora ha conseguido alejarse más de Sumar, aunque Yolanda Díaz ya era muy reticente con la idea de incluirle en el proyecto.

Rita Maestre ya ha salido en los medios de comunicación hablando de que acoger la Cumbre de la OTAN es un orgullo. La vicepresidenta del Gobierno Yolanda Díaz, también ministra de Trabajo, deslizó en su momento que sus familiares eran militares y que no tenía nada en contra de la Cumbre (hasta el punto de que deslizó que asistiría). Sin embargo, Alberto Garzón una vez más, como acostumbra a hacer su hermano en Twitter, ha sido el color que desentona en todo esto y ha sumado a IU a las protestas contra la Cumbre de la OTAN. Podemos, por su parte, se muestra también contrario. Pero quien liderará las protestas en un principio será IU, alejándose más aún de la doctrina de Sumar impuesta por Yolanda Díaz.

Son muchas las críticas que se han dejado ver por parte de la izquierda. Han hecho comentarios sobre los costes de logística que tendrá celebrar una Cumbre de este calibre en un contexto en el que Rusia ha invadido un país en el corazón de Europa. En total costará nada menos que 50 millones de euros la Cumbre. Pero los partidos de izquierdas no han sabido muy bien cómo posicionarse. Al igual que ocurrió con el envío de armas a Ucrania, lo cierto es que esta Cumbre tiene una estela bien diferente. Yolanda Díaz y Más País han decidido ir de la mano y convertirse en un PSOE edulcorado que apoya y no se mete en estos problemas. Yolanda incluso asistirá a la Cumbre. Pero como no puede ser de otra manera, la izquierda no sabe cómo unirse ante nada.

Alberto Garzón estaba deseando sumarse a la plataforma de Yolanda Díaz e incluso se ha plegado a sus órdenes de una forma algo «obscena», tal y como cuentan quienes ven a Garzón en el Consejo de Ministros. Sin embargo, no ha sabido cómo contener los ánimos de su partido con respecto a la OTAN. La presencia incluso del Partido Comunista ha complicado mucho el papel de Garzón. Hay quien dentro de IU considera que el ministro de Consumo hubiera preferido que IU se mantuviera al margen de la contracumbre de la OTAN, pero no ha podido contener a sus propios dirigentes porque ha «perdido el respeto» de los mismos.

En resumen, la manifestación contra la Cumbre de la OTAN que se celebrará en Madrid los próximos 28, 29 y 30 de junio y que colapsará por completo la capital estará conformada por los sindicatos (esos mismos que se han llevado más de 17 millones de euros este 2022), el Partido Comunista de Enrique Santiago, secretario de Estado, e IU. Y Garzón se ha visto algo arrastrado por la dinámica, porque sabe que esto le enfrenta a Yolanda Díaz una vez más y complica su situación.

ALBERTO GARZÓN, EL PARIA

El ministro de Consumo, Alberto Garzón, se ha convertido en un “paria político” que nadie quiere en la izquierda. Su “deslealtad” le ha convertido en el dirigente menos deseado de Unidas Podemos. Pero no solo del equipo morado. Yolanda Díaz, vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo, no puede ni oír hablar de este ministro que ahora se ha plegado a la voluntad de la gallega con tal de sobrevivir. Ahora mismo, a la pregunta de si respaldarían a Alberto Garzón en caso de que Moncloa le cribara en una crisis de Gobierno, la respuesta la tienen clara prácticamente todos los dirigentes de la izquierda. Con menos de una legislatura a sus espaldas, el ministro se ha convertido en el político con menos proyección de Unidas Podemos. Y eso sin entrar en cómo le valoran sus compañeros.

La deslealtad de Garzón es conocida por todos desde ese abril de 2019 que se puso a negociar con la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, su apoyo externo a un Gobierno en solitario del PSOE por su cuenta y a espaldas del exvicepresidente del Ejecutivo Pablo Iglesias, quien lideraba Unidas Podemos. Ya entonces les pareció a los dirigentes del partido una “deslealtad absoluta” ver que Garzón quisiera garantizarse el escaño con un apoyo externo de Izquierda Unida al PSOE al margen de Unidas Podemos. Desde ese momento, el equipo de Iglesias le cogió la matrícula y avisó a todos los navegantes que había que alejarse de este ministro. Y a día de hoy esa leyenda se ha agrandado hasta el punto de que nadie en todo Unidas Podemos le quiere en su lista.