Los típicos errores que siempre cometes al hacer paella

Hacer una buena paella tiene mucho más truco del que pueda parecer a simple vista. Hay errores comunes que podemos cometer si no estamos acostumbrados a este plato tradicional valenciano tan demandado. Sin embargo, otros son inaceptables en cualquier parte del país.

Esta es una de esas ocasiones en las que menos es más y así lo demuestra la receta típica y tradicional. Ciñéndonos a los ingredientes base, siempre podremos sacar adelante la elaboración. De lo contrario, podemos colocarle «un apellido», y hacerla a nuestro antojo. Eso sí, mejor no llamarla paella a secas.

Si quieres hacer una receta de diez, descubre los típicos errores en la paella que siempre estropean este plato estrella.

El agua en la paella es más importante de lo que piensas

agua paella

A la paella se le echa agua. Sin paños calientes. Añadir cualquier otro tipo de caldo significará que estamos elaborando otra receta, por lo que no podríamos llamar al resultado como el plato típico valenciano. Este es otro de los errores. Para subsanarlo, hay que tener en cuenta que dentro de la elaboración hay tres: el sofrito, añadir agua para hacer caldo y cocer el arroz.

El agua tiene otra importancia vital en este plato. Por definición, el resultado debe ser un arroz seco. En caso de que nos quede crudo o muy meloso, no podremos considerarla una paella verdadera. Es complicado conocer la proporción de agua y arroz adecuadas, por eso se considera todo un arte culinario el saber hacerla justo en su punto, sin pasarse ni quedarse corto.

Sin embargo, si buscamos una medida aproximada, podríamos calcular una medida de arroz por tres de agua. No obstante, esa medida de líquido debe ser ya el resultado que queda en el recipieste cuando se echa el arroz. Es decir, después de hervir junto al sofrito. Aquí tenemos que tener cuidado con la potencia del fuego: a más potencia, más líquido hará falta.