Gambas al ajillo: una receta de escándalo y muy fácil para hacer en casa  

En los restaurantes de playa hay un plato estrella que es uno de los que más se vende: las gambas al ajillo. Tienen un sabor que hipnotiza desde el primer momento y hace que los clientes vuelvan una y otra vez. Es uno de esos manjares que parecen hechos por ángeles para nuestro deleite y disfrute. Pero ¿por qué esperar a ir a un local para degustarlas? Te contamos cómo hacerlas en casa para que la pruebes antes y te gastes mucho menos. Se contempla que cuesta alrededor de 6 euros por persona hacerlo en casa. ¡Qué diferencia! 

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Gambas al ajillo: cómo se presentan 

Las gambas al ajillo suelen presentarse con la gamba ya pelada, aunque hay lugares donde lo ponen con la cabeza de la gamba. Se logra que tenga más sabor, pero luego ser más incómodo para el comensal. Suele servirse en bares y restaurantes a modo de tapa o en otros espacios como plato principal, dependiendo de lo grande que sea la ración. La clave para que la elaboración quede rica es hacerlo con gambas frescas, eso siempre y cuando la economía lo permita. Congeladas también brinda buenos resultados. Como toda preparación, la calidad de los ingredientes influye en cada mordisco, un punto aplicable al resto de componentes nombrados en el punto anterior. Se pueden usar langostinos o gambones si no se encuentran gambas.