El préstamo-puente, una solución a la necesidad de liquidez de las empresas

El primer trimestre de 2023 se está distinguiendo por una incertidumbre económica motivada por la inflación, la subida de tipos de interés y otros factores que están llevando a los empresarios a diseñar, con mayor precisión y eficacia que nunca, sus esquemas financieros.

Una de las fórmulas que están claramente al alza es la del préstamo-puente, mediante el que se obtiene una financiación transitoria, habitualmente con una garantía hipotecaria. Se contrata por un periodo de tiempo que puede prolongarse, como máximo, hasta los 36 meses, cuando el empresario firma el préstamo hipotecario definitivo o se hace con los recursos necesarios para cancelar el crédito que le ha ayudado a disponer de liquidez.

Cada día son más, de hecho, las compañías, no necesariamente de tamaño grande, que recurren por necesidades de tesorería a capital privado, en cantidades que pueden iniciarse en el millón de euros, hipotecando activos que sirvan como garantía. España se sitúa así en la línea de otros países europeos, en los que el capital privado constituye el 50% de la cuota del mercado financiero, mientras que en España, en plena escalada, se va aproximando al 20%.  

Desde DEXTER, gestor e intermediario financiero de capital privado, que representa a una treintena de fondos de inversión, su CEO, Yeidy Ramírez, señala que “la modalidad ‘puente’ crecientemente se consolida con mucha fuerza en el tejido empresarial español, que se ha ido haciendo paulatinamente a la idea de que, por ejemplo en el sector inmobiliario, es necesario un capital para sacar adelante los primeros trabajos, durante 10 o 16 meses y ya, más adelante, se conseguirá la financiación definitiva para toda la promoción”.

De esta manera, hay un apalancamiento financiero desde el minuto uno, se trabaja con una mayor flexibilidad. En definitiva, se obtiene una posición ventajosa en el mercado, siempre en un proyecto que sea sólido, que venga de la mano de una compañía al menos con una cierta experiencia y que esté definido en todas sus etapas con solvencia. 

Yeidy Ramírez añade que “en este producto (como en otros), es fundamental la rapidez en los trámites, plantear una financiación personalizada y actuar con transparencia y seguridad. En la relación con el cliente es fundamental la cooperación, la colaboración, seguir unos estándares claros de profesionalidad y trabajar conjuntamente, de manera diáfana, para imprimir ritmo al estudio de viabilidad y concluirlo favorablemente”.

A través de esta vía, los empresarios están crecientemente entendiendo la cultura de encajar durante un tiempo un coste financiero superior pero indispensable para continuar con la viabilidad de sus proyectos y empresas. Y esto, vehiculado a través de condiciones ventajosas: con créditos que no tienen penalización por cancelación y/o amortización anticipada y con un plan de devolución personalizado (‘bullet’). Además, se realizan estudios de viabilidad que, como en el caso de DEXTER, no tienen ningún coste, tampoco por anticipado, para el empresario. 

Las salidas existen y pueden despejarse cuando hay oportunidades de negocio, en un momento en el que una parte sustancial de los empresarios están sintiendo de manera muy clara y directa que el grifo bancario está muy cerrado.

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