El PSOE es el más interesado en que la vicepresidenta del Gobierno y líder de Sumar, Yolanda Díaz, y la ministra de Igualdad, Irene Montero, se pongan de acuerdo. Las cuentas solo salen si estas dos formaciones llegan a un pacto para ir juntas a las elecciones y evitar ser penalizados por la Ley D’Hont. El PSOE quiere mediar pero no sabe cómo. Especialmente porque la relación de los socialistas con los morados no es especialmente buena. En cualquier caso, Pedro Sánchez es el primero que está ayudando a través de sus asesores en Moncloa a allanar esta unión además de haber dado orden para que no se den declaraciones que entorpezcan los procesos de negociación. El PSOE quiere un Sumar fuerte y un Gobierno de coalición a toda costa. Pero necesita que Irene Montero y Yolanda Díaz se pongan de acuerdo. «Sin ellos no dan los números», dicen fuentes del Partido Socialista.
Sumar y Podemos tienen solo un pequeño escollo. Hay perfiles como el portavoz de Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, la ministra de Igualdad, Irene Montero, o la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez Pam, que son un problema para la fusión. Sin embargo, las últimas informaciones de las fuentes cercanas a las negociaciones son que el colocales en las listas no será finalmente un problema si así llegan a un acuerdo para concurrir juntos a las elecciones. Pero pese a todo esto, el PSOE está aportando su granito de arena para que esto salga bien porque así le conviene a Pedro Sánchez. De momento, desde Ferraz aseguran que se ha dado la orden interna de no dar ninguna declaración que ponga en riesgo las negociaciones o que crispe los ánimos de los integrantes de la formación.
Los socialistas están viviendo con más tensión las negociaciones entre la vicepresidenta del Gobierno Yolanda Díaz y Podemos que su propia debacle electoral. José Félix Tezanos ha puesto toda la maquinaria del CIS a funcionar a toda máquina. Pedro Sánchez ha propuesto seis debates a Alberto Núñez Feijoo pero lo que de verdad está preocupando es el minuto a minuto de la negociación entre Irene Montero y Yolanda Díaz. Los socialistas no han alterado el proceso lo más mínimo porque así lo han ordenado desde Moncloa. Ningún ministro puede lanzar ninguna declaración incendiaria contra Podemos o Sumar todavía. Ahora mismo, todas las críticas se deben enfocar en el PP y en un Feijoo que tiene todas las de ganar en las próximas elecciones generales del 23 de julio.
Al mismo tiempo, fuentes de Ferraz aseguran que los pocos contactos entre socialistas y miembros de Podemos en el Congreso les han dejado claro la necesidad de que el bloque de izquierdas permanezca unido. El hecho de que vayan juntos a las elecciones o no supone una pérdida o ganancia de nada menos que 15 diputados clave para llegar a la mayoría necesaria, pero sobretodo para impedir que Feijoo y Santiago Abascal, presidente de Vox, sumen para gobernar en conjunto. Este salto de 50 parlamentarios a 65 por el mero hecho de ir juntos o separados debido a la ley electoral ha empujado a los socialistas a comentar a los dirigentes de Podemos la necesidad de que la izquierda esté lo más unida posible. En conversaciones con ellos dejan claro que no solo animan a que Podemos y Sumar vayan juntos en las elecciones, sino que también agitan el miedo a los de Abascal para motivarlo.
Ahora mismo, las negociaciones parecen avanzadas y Yolanda Díaz ya ha puesto encima de la mesa que Irene Montero vaya de número cuatro en las listas con tal de conseguir el objetivo. Sin embargo, queda mucho trabajo por delante dado que no se ha especificado cómo se estructurarían las listas con otros perfiles que no gustan como el de Pam.