Jorge Buxadé impone su ley en Vox. La corriente más dura de la formación liderada por Santiago Abascal no sólo gana espacio interno, sino que sus postulados prevalecen sobre la economía. La voz del vicepresidente primero de acción política de Vox y jefe del partido en el Parlamento Europeo está por encima de Iván Espinosa de los Monteros, un griterío que se ha cocido a fuego lento desde Cataluña, como lo fue la fusión con Plataforma per Cataluña (PxC), entre cuyos dirigentes había reconocidos xenófobos.
El discurso de Buxadé, conocido en tierras catalanas como el líder de los ‘Boixos Nois‘ y por su estrecha relación con Falange Española de las JONS -se presentó por este partido en las elecciones al Parlament en 1995-, ha calado hondo en la sede de Bambú en Madrid. Sus postulados se centran no sólo en conseguir bajadas de impuestos o mejorar la economía, como ha pedido Espinosa de los Monteros en los distintos gobiernos autonómicos y municipales en los que ha podido pactar con el Partido Popular.
Se dio una imagen lamentable de un partido que aspira a gobernar
Buxadé aplica también exigencias de máximos a la hora de pactar. No se conforma únicamente con los sillones o consejerías, sino que éstas deben tener un potente carga ideológica para poder amoldarlas al programa del nacional catolicismo. En estas mesas de negociación, mucho más duras y menos amistosas de lo que están acostumbrados en el PP, se exigen departamentos como Educación y lo relacionado con el campo o la agricultura, también se crean espacios para las familias. Cargos y puestos relevantes a la hora de atraer a las masas de votantes abandonados por el centrismo del PP.
BUXADÉ AMENAZA CON ROMPER SI NO SE ATIENDEN SUS EXIGENCIAS
En Cataluña se tilda el error de los pactos de Vox con el PP de Andalucía y Madrid, entre otros gobiernos. «Prácticamente se regalaron», afirman las voces. «Se dio una imagen lamentable de un partido que aspira a gobernar», aseveran. Buxadé odia los chantajes, pero no escatima a la hora de amenazar con la ruptura o el bloqueo si la otra parte no se allana a sus exigencias, como ha ocurrido en Extremadura.
Los ‘populares’ se han negado a aceptar un trato con Vox hasta este pasado fin de semana. Un audio de uno de los asesores más cercanos de la candidata ‘popular’ contra Abascal ha devuelto el río al cauce y previsiblemente habrá acuerdo, pero no sólo de investidura, sino también de Gobierno, con sus cargos y sus respectivos sueldos.
Buxadé está enterrando el legado de Espinosa de los Monteros, al que ve ahora como un «comparsa del PP» y no un combatiente en la guerra ideológica en España, un batalla a la que Vox se ha sumado desde el inicio. El también abogado del Estado se ha rodeado de los suyos para poder implantar sus métodos y fórmulas desde la cabeza de la formación. Para ello, Buxadé ha facilitado el ascenso de Ignacio Garriga a la cúpula del partido, mientras que el matrimonio entre Espinosa de los Monteros y Rocío Monasterio reduce su exposición pública e interna. «Su discurso está ya muy visto y lejos de ganar votantes los pierden», señalan.
Buxadé ha cultivado en Cataluña a la sección más radical. El órdago separatista ha sido un gran apoyo a sus intereses, con la ruptura de España, el orden constitucional y la inmigración ilegal. A partir de ahí, reunir a sus adeptos ha sido coser y cantar, más cuando el PP había renunciado a dar esta batalla, mientras Ciudadanos está luchando por sobrevivir. Con Garriga, Vox es ahora la cuarta fuerza en el Parlament, por encima del PP y Ciudadanos juntos.
BUXADÉ, DE CATALUÑA A MADRID PASANDO POR BRUSELAS
Con esta voz, Buxadé ha confeccionado el resto de listas, también muy fácil al atraer a personas desaparecidas de la política, pero con fuertes convicciones. El último obstáculo salvado ha sido el de Javier Ortega Smith, en caída libre por la salida de Macarena Olona y la bronca interna en las últimas elecciones. Con todo, Vox ha triplicado sus resultados y tiene un total de 1.695 concejales, muy lejos de los más de 23.400 del PP.
Buxadé se ha ganado y muestra una confianza total en su líder, manteniendo la línea dura de someter al PP en el terreno ideológico, una guerra donde los ‘Boixos Nois‘ son expertos y donde los ‘populares’ no se mojan con suficiente contundencia. No solo se trata de la Agenda 2030, la ideología de género o la homosexualidad, sino que van más allá, con la inmigración ilegal que viene en África, pero también la que vuela de Latinoamérica. Este discurso ha calado profundamente en la UE, con una vuelta a la derecha en la mayoría de gobiernos.
BUXADÉ ESPERA PACIENTE EL ERROR DE ABASCAL
Al mismo tiempo, el ex candidato de Falange de las JONS exige a los ‘populares’ aceptar sus peticiones en Estremadura, haciendo valer todos sus votos. «Es una falta de respeto a los votantes» es el mantra más utilizado por los dirigentes, como si en el programa electoral se hubiesen previsto los escenarios de los posibles pactos. El fin no es sólo derogar el sanchismo, sino todas las leyes ideológicas tras la cita electoral del próximo 23 de julio.
Este giro hacia una posición extrema por el momento gana adeptos, pero habrá que esperar y ver las consecuencias de los pactos, así como sus resultados, especialmente si han o no servido para eliminar la ideología o tan sólo se han mantenido a cambio de entregar sillones.
Buxadé nunca se ha postulado como cabeza de lista de Vox al Congreso por la circunscripción de Barcelona. Su voz en la Cámara Baja chocaría directamente con los postulados de Espinosa de los Monteros. «El plan no pasa por tener dos gallos en el gallinero», apuntan las fuentes consultadas. El abogado del Estado está más cómodo dando instrucciones sin luz ni taquígrafos delante o bien desde Europa, donde el discurso pasa más inadvertido. Por ahora, espera al resultado electoral para estudiar los siguientes pasos. Su objetivo no es otro que poder sustituir a Abascal una vez que el líder ceda más peso en él y su equipo.