Feijoo pierde crédito en Génova tras un resultado más agrio que dulce

El Partido Popular está en una posición incómoda. Al menos Alberto Núñez Feijoo, quien se ha quedado muy lejos de sus expectativas electorales al obtener 136 escaños. En el PP están visiblemente molestos con un resultado que se ha quedado muy lejos del esperado y ya buscan la forma de revertir la situación. «Mientras esté Vox, estamos jodidos», detallan desde Génova. La suma del Partido Popular con los de Santiago Abascal se ha quedado corta y pese a que Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, no tiene fácil volver a ser investido, en Génova ya buscan la forma de revivir un partido estancado desde hace años. PP y Vox suman 169 escaños, lejos de esos 176 que componen la mayoría absoluta del Congreso de los Diputados.

Alberto Núñez Feijoo se ha quedado en los 136 escaños. Fuentes del PP aseguran que las cifras que manejaban en el círculo más cerrado del presidente del Partido Popular rondaban las 150, por no hablar de las encuestas que circulaban por la séptima planta de Génova, que hablaban de más de 180 diputados si se sumaba el resultado de Vox con el del PP. Ahora los ánimos están decaídos. Sin embargo, el fantasma de una repetición electoral mantiene a flote a un Feijoo mucho más cuestionado a nivel interno. Las críticas se han disparado, pero se contienen porque saben que Feijoo podría tener una segunda oportunidad este invierno.

Se han escuchado nombres en Génova que no gustan en especial al entorno gallego. Y en especial el de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a quien ven como la única baza de los populares para tumbar a Vox y hacerse con sus votos. Tal fue el nivel de duda que se respiraba en el Partido Popular que incluso tuvo dudas de si salir al balcón tras conocer el resultado, o al menos es lo que comentaron esa noche desde comunicación y algunos políticos reconocidos de Génova.

Alberto Núñez Feijoo se ha quedado tan corto. Y la lectura que también hacen desde Génova es que Vox les ha penalizado. Fuentes del entorno del presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijoo, especialmente de su núcleo gallego (ese que trabajó codo con codo con el presidente en la Xunta), han comentado que lo que les ha penalizado ha sido pactar con Vox en todas las autonomías en las que han tenido la oportunidad. María Guardiola, Carlos Mazón o Alfonso Fernández Mañueco son algunos de los ejemplos que han irritado a este entorno que apostaba por meter a Vox en la nevera. Pero ahora el bloqueo está encima de la mesa y tiene mala solución.

La figura de Feijoo no tiene ya mucho crédito si se atiende a los comentarios escuchados en Génova. Feijoo ha ganado nada menos que 47 escaños con respecto a los resultados de su antecesor, pero sigue estando muy lejos de la posibilidad de gobernar. El PP ha obtenido nada menos que 7.654.586 votos, frente a los 7.442.261 conseguidos por el PSOE. Pedro Sánchez resiste, pero Feijoo no llega. Se queda corto. Y mientras Feijoo explora incluso una abstención de Vox para gobernar con el «sí» del PNV a la desesperada, ve cómo las voces críticas de su partido crecen ante su mal resultado.

AYUSO, EN BOCA DE TODOS

Sorprendió en Génova, incluso en los aledaños donde los seguidores y los militantes esperaban celebrar una fiesta con DJ Pulpo, que se coreó más veces de la cuenta el nombre de Isabel Díaz Ayuso. Esta noche no era la que esperaba el PP. Pero lo que no querían bajo ningún concepto era que se volviera a hablar de una sucesión para intentar revertir una situación insoportable para el PP. Llama la atención la de veces que se ha repetido en el seno del Partido Popular la necesidad de buscar un candidato que sea capaz de enterrar de forma definitiva a Vox. Pero desde la cúpula del PP insisten en que los demás partidos le dejen gobernar.

La repetición electoral y el hecho de que Feijoo ha ganado de forma holgada las elecciones ha llevado a los populares a darle carrete a su líder, pero ya no tiene el crédito del principio. El hartazgo que se respira en el PP por el hecho de que no han conseguido tumbar a un Pedro Sánchez que ha gobernado, a sus ojos, de forma nefasta durante cuatro años se respira con más intensidad en el Partido Popular. Pero todo queda por ver, pues ambos pueden intentar gobernar.