El PP se prepara para elecciones generales, como mucho, en dos aƱos

El Partido Popular (PP) ya ha echado sus cuentas y tienen claro que no habrĆ” Pedro SĆ”nchez por cuatro aƱos mĆ”s. La inestabilidad polĆ­tica lanza un mensaje claro: el paĆ­s es difĆ­cilmente gobernable dados los resultados electorales. Tanto, que los planes en GĆ©nova son algo mĆ”s optimistas de lo que muchos populares consideraban en un principio. Pese a que hay quien duda sobre si Alberto NĆŗƱez Feijoo se mantendrĆ” mucho mĆ”s tiempo en la presidencia por voluntad propia, lo cierto es que, como mucho, desde el PP tienen claro que habrĆ” elecciones generales en dos aƱos. Eso siempre que Pedro SĆ”nchez consiga ser investido presidente del Gobierno gracias a Carles Puigdemont, expresidente de la Generalitat.

Los Ć”nimos no estĆ”n tan decaĆ­dos como en la noche electoral. El depender de Puigdemont da alas a un PP que ve que no tendrĆ”n que mirar desde el burladero la polĆ­tica durante los prĆ³ximos cuatro aƱos. Es cierto que en GĆ©nova se escuchan todo tipo de comentarios, desde crĆ­ticas a Vox y a su presencia en el arco parlamentario hasta crĆ­ticas a la estrategia seguida por Feijoo para demonizar a Santiago Abascal. Pero se ha instalado en el discurso oficial la idea de que habrĆ” elecciones, como tarde, en tan solo dos aƱos. Sobre si habrĆ” repeticiĆ³n de comicios en diciembre, los Ć”nimos sĆ­ que estĆ”n algo mĆ”s divididos. Desde GĆ©nova se escucha con cierta asiduidad y tono de derrota que SĆ”nchez serĆ” capaz de convencer a Puigdemont para que se abstenga durante Ā«este agostoĀ».

Desde el PP argumentan su respuesta. Fuentes consultadas del partido aseguran que los gurĆŗs de Feijoo no ven mĆ”s longevidad a esta legislatura que 2025. El que tenga tan complicado aprobar un techo de gasto y unos Presupuesto Generales del Estado, condicionados por Puigdemont, ERC, EH Bildu e incluso el PNV, ha motivado a los populares a no tirar la toalla y a considerar que tendrĆ”n una nueva oportunidad en la que arrebatar al PSOE el Gobierno. Al mismo tiempo, los parlamentarios del Congreso trasladan en GĆ©nova que no es fĆ”cil negociar con diputados como los de ERC o Junts per Catalunya y que la relaciĆ³n con el PSOE no es precisamente Ā«fluidaĀ».

El Partido Popular no pasa por su mejor momento. De hecho, hay serias dudas sobre la continuidad de Alberto NĆŗƱez Feijoo, sobre la idea de si Isabel DĆ­az Ayuso llegarĆ” al partido por aclamaciĆ³n popular o sobre si habrĆ” una repeticiĆ³n electoral tan pronta que impida cambios incluso de estrategia. Sin embargo, la sensaciĆ³n general es que habrĆ” elecciones mĆ”s pronto que tarde porque, aseguran las fuentes, SĆ”nchez no podrĆ” soportar que le exijan un referĆ©ndum vinculante (para ello tendrĆ­a que ponerse de acuerdo con el PP) o una amnistĆ­a general a todos los integrantes del procĆ©s.

EL PP, TAMBIƉN PREPARADO PARA EL ASALTO DE AYUSO

El Partido Popular vuelve a escuchar ese ruido de sables que parecĆ­a haber amainado tras la coronaciĆ³n deĀ Alberto NĆŗƱez Feijoo. La diferencia es que esta vez quien estĆ” en el punto de mira es el flamante presidente del Partido Popular. La victoria agridulce del PP ha dado todos los motivos necesarios a la presidenta de la Comunidad de Madrid, para volver a destacar como la salvadora de la formaciĆ³n conservadora.Ā En el entorno de Alberto NĆŗƱez Feijoo ven cĆ³mo empiezan a volar los puƱales. Y saben que ya se ha preparado una campaƱa interna que empezĆ³ con la celebraciĆ³n del resultado electoral en GĆ©nova y que seguirĆ” hasta que haya una repeticiĆ³n electoral; o mĆ”s si el PSOE consigue formar Gobierno con este endiablado resultado tras las elecciones del 23-J.

El PSOE estĆ” viendo desde el burladero cĆ³mo una victoria de Feijoo se ha convertido en un problema interno. En el PP ya hay voces que consideran que incluso ese grupo que interrumpĆ­a a Alberto NĆŗƱez Feijoo durante su discurso de victoria la noche del 23-J con gritos de coreaban el nombre de Isabel DĆ­az Ayuso estaban Ā«organizadosĀ» por la propia Comunidad de Madrid. El nivel de paranoia se ha extendido a niveles insospechados y yaĀ hay quien incluso cree que el vestuario de la presidenta de la Comunidad de Madrid no era precisamente casual. Pero todo apunta al mismo escenario: un nuevo asalto a la presidencia del PP y el miedo de los que estĆ”n arriba a que les desbanquen.