Rusia mantiene el recorte de la producciĂ³n de petrĂ³leo en 300.000 barriles diarios hasta al menos final de año, pero la economĂa de Vladimir Putin continĂºa exportando el oro negro a terceros, entre otras materias primas como el gas licuado, que tambiĂ©n llega a España en grandes cantidades. España continĂºa siendo uno de los mayores consumidores de gas de MoscĂº, sin veto ni sanciones impuestas, pero que tambiĂ©n financia la invasiĂ³n a Ucrania. En las carreteras, por su parte, se consume especialmente el diĂ©sel ruso.
SegĂºn un reciente estudio del Centro de InvestigaciĂ³n sobre EnergĂa y Aire Limpio (CREA) , el crecimiento de envĂos desde Rusia de petrĂ³leo al resto del mundo se ha disparado un 14% desde enero a julio de este año, mientras que los derivados del oro negro han aumentado en un 41% en ese mismo periodo.
Es decir, desde MoscĂº embarcan las materias primas prohibidas en Occidente, pero estĂ¡n disfrazadas en los denominados «buques fantasma» o denominados tambiĂ©n «buques en la sombra», petroleros que trasvasan la mercancĂa a otros barcos en aguas internacionales, con todo el riesgo medioambiental que conlleva estas maniobras, asĂ como la ilegalidad manifiesta, dado que no estĂ¡ permitida su comercializaciĂ³n en Europa y EE UU. De hecho, el diĂ©sel ruso se vende en gasolineras de España.
LA UE, SIN MARGEN PARA DETENER A VLADIMIR PUTIN
La voz de alarma se dio a inicios de este verano. El precio de la gasolina subĂa, pero el del diĂ©sel se estancaba, para dar paso despuĂ©s a una espiral alcista que equilibrĂ³ la brecha en niveles muy cercanos a los dos euros por litro. ¿CĂ³mo era posible este estancamiento de precios si la oferta estaba presionada por el lado del productor? La razĂ³n se encuentra en la actuaciĂ³n de estos buques fantasma. SegĂºn el mismo informe, las costas de Ceuta (España) y del SĂ¡hara Occidental, frente a Marruecos; asĂ como Constanza (Rumania) y Kalamata (Grecia) eran las principales vĂas de entrada.
Esta teorĂa ha circulado desde el año pasado, pero se ha corroborado tras seguir la estela de los barcos en alta mar, que es posible al conocerse la ubicaciĂ³n exacta de cada uno, como ocurre con el espacio aĂ©reo.
EL TRASVASE FRENTE A LA COSTA DE CEUTA Y MARRUECOS
En aguas internacionales no hay jurisdicciĂ³n posible ni tampoco se puede apresar la mercancĂa en alta mar. Una vez realizadas las maniobras del trasvase, la mercancĂa llega a puerto y desde allĂ se distribuye a las refinerĂas o bien directamente a las gasolineras. El mejor camuflaje posible es que estos derivados del petrĂ³leo son exactamente los mismos en todo el mundo, no hay forma de conocer su origen y las empresas dan su valor añadido con los aditivos para mejorar las condiciones de los motores de vehĂculos y maquinaria.
El producto ruso llega en su formato mĂ¡s bĂ¡sico, en unos buques de tamaño reducido en comparaciĂ³n con los gigantescos petroleros habituales. Un barco ruso trasvasa a otro con bandera de India o China, y Ă©ste lo lleva despuĂ©s a puerto seguro a travĂ©s de las nuevas rutas abiertas por las sanciones.
Los puertos considerados amistosos por Rusia son los preferidos para estas transacciones, como TurquĂa, asĂ como de la denominada Cap Coalition, en las que estĂ¡n tambiĂ©n naciones del sudeste asiĂ¡tico, mientras Brasil es otro de los grandes receptores. Una muestra de la nueva logĂstica desplegada por Rusia para no perder cuota de mercado por las sanciones de la UE. Estas operaciones, ademĂ¡s, dejan en evidencia el fracaso de la UE a la hora de frenar a Putin y su ejĂ©rcito invasor, una estrategia fallida que repercute directamente en los bolsillos de las familias, pero tambiĂ©n en las empresas.
EL ORO NEGRO DE PUTIN LLEGA A EUROPA
El seguimiento de los buques desde el inicio de las sanciones ha puesto de manifiesto que Putin dispone de una flota de cargueros fantasma, si bien para introducir el producto en los paĂses debe hacerse tambiĂ©n siguiendo una estrategia de precios para no perjudicar al mercado y pasen desapercibidos.
Los Gobiernos y empresas que tratan de eludir las sanciones a Rusia tienen un papel crucial en este negocio, mĂ¡s cuando nadie puede demostrar el origen de las materias primas, son prĂ¡cticamente iguales en todo el mundo e introducir petrĂ³leo a un barco semivacĂo hace que se mezclen los lĂquidos y materiales sin que haya una distinciĂ³n posible.
La UE estĂ¡ al corriente de estos movimientos, pero no tiene margen de maniobra para interceptar la mercancĂa ni tampoco realizar un seguimiento a los barcos sin pruebas de que transporten materias primas desde Rusia. Varios grupos polĂticos han puesto de manifiesto estas prĂ¡cticas, pero no se ha advertido a ningĂºn paĂs ni trasladado queja alguna a TurquĂa, mientras las cisternas se llenan con el oro negro de Putin.