La ministrable Mónica García, azote de Lobato, acaricia Sanidad

Mónica García, médica y política española, se dio a conocer por su trabajo en el ámbito de la salud y por su participación activa en la política de la Comunidad de Madrid. Ahora, la líder de Más Madrid en la Asamblea de Madrid está a punto de dar un paso más en su carrera política.

La portavoz de Más Madrid en la asamblea de Madrid se ha convertido en uno de los principales nombres que rondan en las quinielas para ocupar un nuevo ministerio en el próximo Gobierno de Pedro Sánchez. Concretamente, el Ministerio de Sanidad, tal y como había dicho este medio (Moncloa.com) desde hace tiempo.

¿CÓMO ES MÓNICA GARCÍA? VIDA, EDUCACIÓN, MÉDICA DE PROFESIÓN Y POLÍTICA DE CORAZÓN

Mónica García nació en Madrid el 16 de enero de 1974. Comenzó su pasión por la medicina estudiando en la Universidad de Alcalá y se especializó en ser anestesista. Su educación médica le ha proporcionado una sólida base para su futuro trabajo tanto en el sector de la salud como en la política.

EN 2019, Mónica García renunció a su posición como presidenta del grupo en Podemos y se unió a la lista de Más Madrid encabezada por Íñigo Errejón

Con 49 años, Mónica García, médico anestesista en el Hospital 12 de Octubre de Madrid, ha combinado en diversas etapas su carrera política con su profesión médica. Su entrada en la Asamblea de Madrid se dio en 2015 como diputada de Podemos, destacando por su relevante papel como activista en las protestas de las mareas blancas en defensa de la sanidad pública. Estas manifestaciones se intensificaron a partir de 2012 durante el mandato de Javier Fernández Lasquetty como consejero de Sanidad, quien impulsó una política de privatización del sector.

En 2019, Mónica García renunció a su posición como presidenta del grupo en Podemos y se unió a la lista de Más Madrid encabezada por Íñigo Errejón. Su papel fue fundamental en las elecciones anticipadas de 2021, cuando Pablo Iglesias intentó liderar un frente de izquierdas contra Isabel Díaz Ayuso. García declinó la propuesta, ya que buscaba ejercer su liderazgo sin restricciones de un partido al cual ya no pertenecía.

Mujer, madre de tres hijos y médico, Mónica García se embarcó en una campaña que la llevó a superar al PSOE y a convertirse en la líder de la oposición de izquierdas en Madrid por primera vez.

SU PAPEL EN LA LUCHA CONTRA LA COVID-19

Mónica García de anestesista a Ministra de Sanidad
La ministrable Mónica García, azote de Lobato, acaricia Sanidad

La crisis sanitaria que asoló España (COVID-19) tuvo un impacto significativo en la vía y trabajo de Mónica García. Como profesional de la salud, estuvo en la primera línea de la lucha contra la pandemia. Participó activamente en las discusiones sobre la respuesta regional a la crisis y abogó por medidas efectivas para proteger a la población y el personal sanitario.

Su experiencia en el sector de la salud la convirtió en una defensora de políticas de atención médica basadas en la evidencia y el fortalecimiento de los sistemas de salud públicos. La posición de Mónica García en este aspecto, la posicionó en la primera línea política dentro de la Comunidad de Madrid, y la convirtió en la líder de la oposición.

Desde entonces, Mónica García, se ha erigido como la principal oponente de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en el ámbito de la Asamblea de Madrid. Este enfrentamiento político entre ambas figuras ha marcado la dinámica y el debate en la Asamblea, destacando por las divergencias en enfoques y estrategias. Mónica García, en su papel de líder de la oposición, ha desafiado las políticas y decisiones de Isabel Díaz Ayuso, convirtiéndose en una figura destacada en el escenario político madrileño.

El contraste entre ambas personalidades y sus respectivas visiones políticas ha contribuido a intensificar la polarización en la arena política de la Comunidad de Madrid. Sus enfrentamientos en la Asamblea reflejan las tensiones y disputas que caracterizan el panorama político actual en la región.

ELECCIONES 2021, 2023, IMPACTO POLÍTICO

En las elecciones a la Asamblea de Madrid de mayo de 2021, Mónica García encabezó la lista de Más Madrid. Durante la campaña, se destacó su compromiso con la sanidad pública y la gestión responsable en el gobierno de la Comunidad de Madrid. Si bien Más Madrid objetivo un número significativo de escaños, no logró la mayoría necesaria para gobernar. 

Hasta septiembre de 2021, García ha sido una figura política en ascenso dentro de la Comunidad de Madrid. Su enfoque en la sanidad pública y su experiencia en la medicina la convirtieron en una voz importante en los debates sobre política de salud y asuntos sociales. 

En las elecciones de 2023, Mónica García volvió a encabezar la lista de Más Madrid para la Asamblea de Madrid. Una campaña carga de ataques a la gestión de Isabel Díaz Ayuso, sin embargo, Más Madrid se quedó a las puertas de gobernar en la Comunidad tras la aplastante victoria de Díaz Ayuso. Otra vez Mónica García y su partido se quedaron como oposición. No obstante, esta vez la comparte con Juan Lobato, líder del PSOE de Madrid. 

LA VIDA PRIVADA DE MÓNICA GARCÍA EXPUESTA POR LA POLÉMICA DE SU MARIDO

La pulcra vida política de Mónica García en la Comunidad de Madrid se vio manchada por su marido, Enrique Montañes, de 50 años. El marido de Mónica García es un alto ejecutivo a quien lo le interesa aparecer ante los medios y se ha alejado todo lo posible de la faceta pública y política de su mujer. De él no existe rastro alguno en las redes sociales, a pesar de ser el Vicepresidente Senior para el sur de Europa de la multinacional logística Chep, según recoge el medio EL ESPAÑOL.

Fuentes cercanas a Más Madrid, del propio entorno de García, a quien conoce bastante bien, afirman al citado medio de comunicación que la existencia de Enrique Montañes es todo un enigma. «Siempre lleva ella a los hijos, al colegio. Lo único que sé es que él viaja mucho», explicaron al citado medio. La precaución para preservar el anonimato de su pareja se remonta a un periodo incluso anterior a los últimos años, durante los cuales ha ganado mayor visibilidad desde su puesto en la Asamblea de Madrid. «Gente que lleva colaborando desde siempre con ella, no sabe nada del marido», aseguró la fuente al EL ESPAÑOL.

Gente que lleva colaborando desde siempre con ella, no sabe nada del marido

EL ESPAÑOL

Sin embargo, el afán de Montañes por mantener el anonimato se vio trucado cuando salió la luz de que tanto él como su mujer Mónica García cobraban el mismo bono energético. El mismo bono por la que la líder de la oposición pidió en su día la dimisión del vicepresidente del Gobierno de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio.

Según la información del Sistema Nacional de Publicidad de Subvenciones y Ayudas Públicas del Gobierno de España, tanto el consejero Ossorio como el esposo de Mónica García recibieron una subvención por ser familia numerosa, algo legal pero criticado por la oposición. 

MÓNICA GARCÍA UN PERFIL POLÍTICO QUE PIERDE LOS PAPELES EN LA ASAMBLEA DE MADRID

El conflicto entre Israel y Hamás se convirtió en el foco central de un pleno en la Asamblea de Madrid, generando un ambiente tenso y crispado entre los políticos madrileños. Durante la sesión de control, la portavoz de Más Madrid, Mónica García, criticó a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, por no condenar el ataque al hospital de Gaza. Ayuso respondió posicionándose a favor de las democracias liberales y acusó a García de no apoyar la causa palestina, calificándola de antisemita.

Mónica García de anestesista a Ministra de Sanidad
La ministrable Mónica García, azote de Lobato, acaricia Sanidad

En un intercambio verbal acalorado, Ayuso instó a García a participar en actos en homenaje por el Holocausto y la invitó a visitar la Franja de Gaza para comprender la realidad bajo el control de Hamás. García respondió con insultos, llamando a Ayuso «mongola» y «sinvergüenza». Estos comentarios han sido denunciados por las Nuevas Generaciones del PP en Madrid.

Este tipo de lenguaje irrespetuoso tanto de Ayuso como de García no contribuye al diálogo y la cooperación constructiva entre los partidos y sus representantes. En lugar de abordar asuntos importantes, el recurso a los insultos socava el debate público y la calidad de la política. Es esencial que los políticos muestren un comportamiento ejemplar y respetuoso, incluso en medio de diferencias políticas y desacuerdos.

ESTO ES LO QUE DICE SOBRE SU FUTURO EN SANIDAD

La líder de Más Madrid en la Asamblea regional, Mónica García, utilizó un símil médico el jueves para dejar abierta la posibilidad de ser designada ministra de Sanidad. Comparó el proceso con su experiencia como anestesista, explicando que le gusta abordar las cosas gradualmente, de manera similar a cómo se lleva a cabo una intervención quirúrgica: «Primero se mete al paciente en el quirófano, luego se le duerme, se le opera y luego se le saca, así que poco a poco vamos a ir diciendo las cosas que van a ir pasando».

Aunque García ha mantenido silencio sobre su futuro en el ámbito de la Sanidad, se rumorea en los pasillos de la Asamblea de Madrid que presumiblemente se enorgullece de un posible ascenso. Su actitud cautelosa en público contrasta con las supuestas conversaciones informales donde se comenta sobre su potencial nombramiento como ministra de Sanidad.

Es importante señalar que en los últimos tiempos, algunos militantes de Más Madrid han expresado su descontento con la dirección de Mónica García en el partido. Este malestar puede atribuirse a diversos motivos, como discrepancias en la estrategia política, desacuerdos sobre decisiones internas del partido o divergencias en la visión y enfoque político.

La insatisfacción de los militantes puede manifestarse en críticas públicas, debates internos y, en algunos casos, incluso en la búsqueda de cambios en la estructura de liderazgo del partido. Esta dinámica interna puede influir en la percepción pública de Más Madrid y en su capacidad para movilizar y mantener la cohesión dentro de la organización.

En resumen, el descontento de ciertos militantes de Más Madrid con la gestión de Mónica García sugiere tensiones y desafíos internos que el partido podría tener que abordar para mantener la unidad y la eficacia en su actuación política.