Nexo, Aire y Jacobinos se activan para plantar cara al PSOE en las europeas

El PSOE se enfrenta a las citas electorales del próximo año sin poder ocultar los acuerdos con los separatistas de ERC, Junts, PNV, Bildu y BNG. Los indultos, los cambios legislativos para rebajar el delito de malversación y la derogación de la rebelión, así como las prebendas que se pagarán a los nacionalistas en País Vasco y Cataluña, están movilizando a buena parte de la izquierda moderada y alejada de las tesis de Pedro Sánchez.

Para este espectro político que no comulga con la acción de Ferraz se han traspasado todas las líneas rojas y considera que hay un gran caladero de votos huérfanos y descontentos, también decepcionados. Su principal hándicap pasa por llegar a la ansiada movilización del electorado y tratar de achicar el trasvase de votos hacia posiciones de centroderecha, como el Partido Popular e incluso Ciudadanos.

Así, Nexo, Aire y Jacobinos, entre otras plataformas, buscan dar el ansiado salto a la política siguiendo la misma estela que hicieron otros, como Podemos. Y es que, las elecciones europeas dan una oportunidad de oro al ser España una única circunscripción. Son los únicos comicios donde el voto de todos los españoles tiene el mismo valor y peso, con independencia de su lugar de residencia. Esta premisa es crucial a la hora de organizarse al depositar mayores esfuerzos en las zonas donde se tiene una mayor probabilidad de aglutinar el voto. Lo hizo Ciudadanos en Cataluña con un éxito rotundo en las últimas europeas.

LA BÚSQUEDA DEL VOTO HUÉRFANO DE PSOE Y PSC

Todas ellas buscan el voto de socialistas hartos de la traición de sus barones y del compradeo con el separatismo, especialmente con Junts y Carles Puigdemont, pero también con Bildu, que se niega a condenar el terrorismo. Edmundo Bal, líder de Cs en Madrid, busca su alternativa con estas europeas, marcando el paso para alejarse de los ‘naranjas’, pero al mismo tiempo seducir a los descontentos socialistas. Se trata de un proyecto liberal, en el que tienen cabida la izquierda y la derecha, así como el votante de centro.

El Jacobino, por su parte, trata de aglutinar a desencantados con el PSC de Miquel Iceta y Salvador Illa, a quien definen como la «muleta del separatismo», y también del PSOE con un desembarco en Navarra y Castilla y León. Su propuesta se centra en una transformación de la izquierda, alejada de las tesis separatistas y con líneas rojas infranqueables. A su juicio, no hay diferencia entre votar al PSC o ERC, como tampoco las hay entre el PSOE de Navarra y País Vasco con Bildu.

Estos grupos buscan diferenciarse entre sí, con un valor añadido, pero un objetivo común. El Jacobino, Nexo y Aire tienen un lema muy similar, una defensa del Estado de Derecho y de la Constitución, mientras cargan contra los pactos del PSOE con Sumar, ERC, Junts, Bildu y el PNV.

NEXO Y EL JACOBINO, UNA FUSIÓN IMPOSIBLE

Ninguna de las propuestas propone una fusión dadas las diferencias ideológicas entre ellas de cara a las elecciones europeas. El aterrizaje en Castilla y León de El Jacobino es significativo, toda vez que Francisco Igea, el único diputado autonómico en la región, fundó Nexo para después marcharse de la plataforma. Estos socialistas no buscan erigirse como alternativa a los grandes partidos, sino una refundación de la izquierda.

Guerra acusa a los jóvenes políticos de ser «una estafa descomunal»
Guerra, el líder más buscado por El Jacobino y la izquierda moderada catalana, para hacer frente a PSOE y PSC

Algunas de estas formaciones se nutren de viejos conocidos de la política, con fichajes de los ‘naranjas’ y ex del extinguido UPyD, pero no han logrado hacer mella dentro del PSOE y el PSC al repescar a los ninguneados y purgados por Pedro Sánchez, Ferraz y Pallars.

No obstante, su mensaje se mimetiza con el de los críticos e históricos socialistas, como el de Alfonso Guerra e incluso Felipe González o Nicolás Redondo. Guerra es uno de los pocos expolíticos del PSOE que veló por el derecho de las familias que pedían la escolarización de sus hijos también en español. a principios de los 90, pero la presión del PSC impidió paralizar los planes de Jordi Pujol y su programa 2000.

GUERRA, UN LÍDER MUY BUSCADO EN CATALUÑA

Según exponen desde los círculos de Ciudadanos, Jacobinos y Aire, Guerra miró con «cierta sensibilidad» las reivindicaciones de las familias excluidas por el nacionalismo y el PSC. De aquellos lodos nacieron los barros del Estatuto de Cataluña de 2006. Para entonces, la exaltación nacionalista se había hecho con todos los centros educativos, incluidos los de educación especial y adaptada para alumnos con necesidades especiales -sordos y sordomudos-. Todo debía ser en catalán, con independencia de la lengua con la que se comunicaban con la familia.

Los casos eran sangrantes, pero la exaltación por el catalán no había hecho más que empezar. En las escuelas no había calendarios con festividades españolas, como el 12 de octubre o la Constitución. En los almanaques catalanes, se adornaron otros días muy señalados, como el 11-S, el 24 de junio o el 23 de abril.

LA BATALLA CONTRA EL PSOE EXCLUYENTE

Era una exageración permitida y que dejó muy huérfanos a estas familias, monedas de cambio para otorgar favores a los separatistas desde Madrid. «El nacionalismo nunca ha retrocedido», apuntan fuentes de Nexo y Aire. «Se les ha dado todo, pero nunca se ha implementado la enseñanza en español, por ejemplo, en la escuela catalana», han señalado.

La estrategia ahora del PSOE es inmiscuirse en la Educación de toda España, competencia exclusiva de las Comunidades Autónomas, e imponer así las lenguas cooficiales en el resto del territorio con el fin de que la UE acepte el catalán como lengua oficial en todos sus estamentos. Ante este atropello, la izquierda constitucionalista y combativa se movilizó para defender los derechos de los alumnos a ser bilingües, una lucha que se extendió después a otros ámbitos, especialmente los simbólicos, como banderas y comunicaciones de los Ayuntamientos y la Generalitat.