Los cereales se han convertido en uno de los alimentos preferidos de muchas personas para el desayuno o la cena. La Organización de Consumidores y Usuarios, la OCU ha realizado un estudio en el que selecciona los cereales que son los mejores que se pueden encontrar en el supermercado.
Estos estudios nacen de la preocupación que hay en la actualidad por la obesidad infantil. Recientemente otros estudios han situado a España a la cabeza de países europeos con mayores índices de obesidad infantil. Uno de cada 3 niños de entre 8 a 16 años tienen exceso de peso. También indican que la obesidad infantil aumenta cuanto mayor es el peso de los padres y menor es su nivel de renta y de estudios.
La obesidad infantil en España se asocia frecuentemente con hábitos alimenticios poco saludables. Por ese motivo una de las comidas más importantes para los niños es el desayuno y muchos incluyen en este los cereales. El estudio de la OCU ha analizado los cereales para encontrar los mejores del mercado.
La importancia del desayuno para los niños
Para muchos nutricionistas el desayuno es una de las comidas más importantes del día. Y el problema es que muchos niños desayunan alimentos ricos en azúcares y grasas poco saludables, como la leche con cacao en polvo, las galletas, la bollería industrial y cereales comerciales poco saludables. También los adultos eligen este tipo de alimentos poco saludables para su desayuno entre los que se pueden encontrar los cereales comerciales.
La OCU ha intentado analizar en este estudio los cereales de supermercado que pueden considerarse como opciones saludables. Este estudio se ha centrado en el contenido nutricional de los productos y también en la presencia de aditivos, conservantes y aromas. Cinco variedades de cereales que se toman en todos los hogares en el desayuno y que no sabemos si son saludables o no. En este estudio se han analizado estas variedades para ver si merece la pena incluirlos en el desayuno.
En primer lugar se ha centrado en los cereales de avena que cuentan con un aporte calórico promedio y un buen balance entre carbohidratos, proteínas y fibra. Estos cereales son una buena opción para empezar el día con energía y sin excesos. Estos cereales de avena son recomendables según para muchos nutricionistas y para la OCUpor su bajo contenido en azúcares añadidos.
En segundo lugar, destacan los cereales azucarados que su elevado contenido de azúcar, según la OCU, les convierte en una opción poco recomendable para un desayuno saludable para los niños de la casa. Estos cereales les suelen encantar, pero no son lo mejor para su desayuno. En tercer lugar, están los clásicos corn flakes que aunque a primera vista parecen saludable, sorprenden por su alto contenido en sal. Otra opción nada recomendable para el desayuno de los niños según la OCU.
En cuarto lugar, los niños también pueden desayunar cereales rellenos, por ejemplo ,de chocolate, que son muy atractivos para los niños por su aspecto. Pero, hay que tener cuidado porque contienen una alta proporción de azúcares y grasas saturadas, junto con un bajo aporte de fibra. Para la OCU, está característica los sitúa en la categoría de los cereales menos saludables.
En último lugar están los cereales tipo línea y muesli que se comercializan como saludables por contener fibra y fruta deshidratada, pero según la OCU por su contenido de azúcares añadidos y grasas saturadas pueden ser una mala opción para el desayuno de los más pequeños de la casa.
Las recomendaciones de la OCU sobre los cereales
Después de haber analizado estas opciones de cereales disponibles en el mercado, la OCU ha elegido los que son los más recomendables para el desayuno de los niños. Los más saludables serían los cereales de avena que destacan por su menor contenido de azúcares añadidos y grasas saturadas, además de ofrecer una buena cantidad de fibra y proteínas.
Tras los cereales de avena, la OCU ha elegido como segunda opción más saludable los corn flakes elaborados exclusivamente con maíz que también pueden ser una alternativa ocasional para nuestro hijos. La OCU los remienda siempre que se complementen con otras opciones nutritivas como yogur, kéfir, frutas, frutos secos o incluso un poco de chocolate con un alto porcentaje de cacao.
El mejor desayuno para los niños y los adultos
Para muchos nutricionistas el desayuno es la primera comida del día y debería cubrir un 25% de las necesidades calóricas diarias. El cuerpo después de las horas de sueño necesita la energía del desayuno para poder comenzar la jornada diaria. Si los niños no desayunan esto influirá en su concentración en clase y tendrá consecuencia el bajo rendimiento escolar.
Los nutricionistas advierten sobre la importancia del desayuno para los niños y los adolescentes. También muestran su preocupación porque entre un 6-8% de los niños y adolescentes españoles no desayunan habitualmente y un tanto por ciento más alto desayunan poco o mal.
La principal razón por la que los niños no desayunan adecuadamente por la mañana es que normalmente el desayuno se hace con mucha prisa. A los niños es complicado despertarles y las prisas matutinas son el peor enemigo del desayuno para los niños y los adolescentes. Esto se une a que muchos niños no tienen sensación de hambre nada más levantarse y como se levantan tarde no tienen ganas de desayunar. También algunos de ellos prefieren tomar algo durante el recreo con los amigos por esa falta de hambre matutino.
En la adolescencia esto se complica porque algunos adolescentes, sobre todo las chicas, prescinden del desayuno para adelgazar. Esto es un gran error porque el desayuno es la comida que debe dar a los adolescentes la energía para todo el día.
Según Aeped en un desayuno de alta calidad nutritiva se debe incluir siempre un lácteo, unos cereales integrales y una fruta. El lácteo pueden ser un vaso de leche, un yogur o queso fresco. Los cereales integrales pueden ser pan o cereales en copos sin azúcares añadidos.
En cuanto a la fruta puede ser cualquiera siempre que sea natural y entera. Esto siempre es mejor que un zumo aunque sea natural. Además, se puede incluir en este desayuno acompañamientos para el pan como, por ejemplo, aceite de oliva, tomate natural, aguacate o queso fresco.