J.K. Rowling responde a las acusaciones de transfobia: «Si lo que he dicho es delito, que me detengan»

J.K. Rowling lleva años dando que hablar por su postura sobre la identidad de género y la transexualidad. La autora de Harry Potter ha vuelto a situarse en el centro de la polémica con sus opiniones al respecto, incluso desafiando a las autoridades a arrestarla por sus tuits.

El mes pasado, la periodista y presentadora trans India Willoughby reveló que había presentado una denuncia contra Rowling por supuesta transfobia, alegando que la escritora se refería a ella en masculino. «J.K. Rowling definitivamente ha cometido un crimen. Soy legalmente una mujer. Ella sabe que soy una mujer y me llamó hombre. Es una característica protegida y eso constituye una violación tanto de la Ley de Igualdad como de la Ley de Reconocimiento de Género», apuntó.

«He denunciado a J.K. Rowling a la policía por lo que dijo, lo cual no sé si será tratado como un crimen de odio o comunicaciones maliciosas, pero es un delito, en lo que a mí respecta«, agregó.

El pasado lunes entró en vigor en Escocia, donde reside Rowling, una nueva ley sobre delitos de odio que incluye un delito por «incitar al odio» en relación con la edad, la discapacidad, la religión, la orientación sexual, la identidad transgénero y las variaciones en las características sexuales.

En respuesta, Rowling compartió varios tuits en los que citaba casos de mujeres trans que habían cometido delitos sexuales. Además, mencionó a Willoughby, acusándola de haber insultado a una persona negra y a una deportista olímpica. «Las personas mencionadas en los tuits anteriores no son mujeres en absoluto, sino hombres, hasta el último de ellos», dijo.

«La nueva legislación está muy expuesta al abuso por parte de activistas que desean silenciar a quienes hablamos sobre los peligros de eliminar los espacios diferenciados para mujeres y niñas, el sinsentido que se hace con los datos sobre delitos si las agresiones violentas y sexuales cometidas por hombres se registran como crímenes femeninos, la grotesca injusticia de permitir que los hombres compitan en deportes femeninos, la injusticia de los trabajos y oportunidades de las mujeres que reciben los hombres identificados como trans, y la realidad y la inmutabilidad del sexo biológico»,agregó.

Rowling advirtió del peligro que supone «la redefinición de ‘mujer’ para incluir a todo hombre que se declara como tal», alegando que esto traerá «graves consecuencias para los derechos y la seguridad de las mujeres y las niñas en Escocia, y el impacto más fuerte lo sienten, como siempre, las más vulnerables, incluidas las prisioneras y las víctimas de violaciones».

«La libertad de expresión y de creencias llega a su fin en Escocia si la descripción precisa del sexo biológico se considera criminal. Actualmente, estoy fuera del país, pero si lo que he dicho aquí califica como un delito según los términos de la nueva ley, que me arresten», concluyó.