Así se lamentaba Rivera porque el PP utilizaba los vuelos en Falcon de ZP

  • Albert Rivera veía como un "lamentable espectáculo" que Rajoy ironizase sobre los vuelos de Zapatero.
  • El líder de Ciudadanos ha utilizado una munición similar diez años después contra Sánchez.
  • Hace una década la formación naranja se alió con la ultraderecha euroescéptica de Libertas.
  • Albert Rivera fue el protagonista de los últimos debates de las elecciones generales. El presidente de Ciudadanos se mostró muy vehemente contra Pedro Sánchez en el que organizó RTVE: «Sánchez, baje del Falcon, aterrice. Se ha fragmentado España, hay desigualdad».

    Días después afirmó que vio al presidente del Gobierno con «el miedo a perder el Falcon y la Moncloa». Este tipo de recursos populistas es legítimo en un debate electoral, pero resulta llamativo repasar las declaraciones de Rivera diez años atrás.

    Junio de 2009: Ciudadanos está al borde la ruptura porque Rivera ha pactado para las europeas con una fuerza de extrema derecha y euroescéptica, Libertas, con la que no han alcanzado ni 23.000 votos en las elecciones europeas (undécima fuerza con el 0,14% de los votos).

    Arcadi Espada, Antonio Robles o Félix Ovejero, fundadores de Ciutadans de Catalunya, daban la espalda a su líder, que admitía en una entrevista sus errores y lamentaba la brocha gorda del debate político.

    «¿Qué partidos tradicionales tenemos, que lo importante es el juicio al señor Camps o si el señor Zapatero viaja en Falcon o no va en Falcon?», se preguntaba. «¿Este es el debate profundo que Epsaña necesita? A mí me parece lamentable el espectáculo que han dado», remató Rivera en una entrevista concedida a Periodista Digital.

    El PP ganó aquellas elecciones europeas después de que Mariano Rajoy protagonizase entre risas un vídeo electoral en el que le preguntaron por el Falcon. El por aquel entonces líder de la oposición tiraba de ironía: «No, eso Zapatero». El propio Rajoy viajaría años después en Falcon a un mitin del PP, pero no pidió perdón por ello.

    Ciudadanos, que por aquel entonces era un pequeño partido que solo tenía presencia en Cataluña, colocó como número dos de Libertas a José Manuel Villegas, que pedía una Europa con «democracia, claridad y transparencia». Diez años después Cs no destaca ninguno de estos tres aspectos en su programa electoral para el 26-M y exhiben en uno de sus logos la bandera europea que hace una década parecía molestarles.

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    Rivera, en la citada entrevista, explicaba qué había aprendido de la experiencia: «Que ser coherente e independiente tiene un coste». ¿Coherente? No lo parece. ¿Independiente? Según Adolfo Suárez Illana, Libertas le ofreció siete millones de euros para encabezar la candidatura con Cs y dañar al PP, pero él se negó y lo «aceptó Rivera».

    CIUDADANOS: SIETE PARTIDOS EN UNO

    2005. Ciutadans de Catalunya nace gracias a varios intelectuales de centro-izquierda que tenían una mirada crítica hacia el acercamiento del PSC hacia ERC gracias al apoyo de Josep Lluís Carod-Rovira a Zapatero y a la conformación del ‘tripartito’ liderado por Pasqual Maragall. En 2006 Rivera, exmilitante de las Nuevas Generaciones del PP, logró tres escaños. Aquello fue el primer Cs.

    2008. Elecciones generales y Cs se presenta como un partido regeneracionista de «centro-izquierda» con Rivera liderando al partido por la circunscripción de Barcelona. El tortazo fue colosal: decimotercera fuerza con 46.000 votos.

    Rivera
    Albert Rivera durante un acto de Ciudadanos.

    2009, Cs protagonizó su tercera pirueta: se abrazó a la extrema derecha euroescéptica liderada por Libertas, financiada por el millonario irlandés Declan Ganley, y fue apadrinado por Intereconomía TV, que le prestó de candidato al tertuliano Miguel Durán. Nuevo fracaso.

    2014. Ciudadanos se harta de las ‘calabazas’ de UPyD y Rivera se acuerda de nuevo de Madrid para expandir su partido a nivel estatal mientras algunos prebostes del Ibex-35 piden «un Podemos de derechas». El partido logra dos diputados liderados por Javier Nart y el proyecto comienza a tomar forma.

    2015. Rivera se vuelve a presentar a las generales con un discurso muy duro respecto al PP y el PSOE. Promete nuevos bríos en la política española y no investir a Rajoy ni a Sánchez. Pero Cs llegó a un acuerdo con el PSOE a nivel estatal y en Andalucía y apuntaló al PP en la Comunidad de Madrid.

    2016. Ciudadanos exhibe estabilidad mientras El País pronostica que se acercarán a los cien diputados. Rivera se marcha a hacer la campaña electoral a Caracas: el problema deja de ser el bipartidismo para convertirse en enemigo del «populismo bolivariano».

    2019: Cs veta al PSOE tras haber sostenido a Susana Díaz, se acerca al PP, niega la estabilidad a Sánchez para acercarse al ‘sorpasso’ sobre Casado y se olvida de cerrar diputaciones y de acabar con el «cuponazo vasco» tras pactar con UPN.

    RIVERA, EN SU MEJOR MOMENTO

    Ciudadanos disfruta de su mejor momento en sus catorce años de vida: el partido ha alcanzado los 57 diputados en el Congreso de los Diputados tras convertirse en la primera fuerza, ganó las últimas autonómicas catalanas y ostenta la vicepresidencia de la Junta de Andalucía.

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    El partido liderado por Albert Rivera tiene unas estupendas perspectivas para el 26-M, ya que según las encuestas crecería en las doce comunidades en las que se celebran elecciones autonómicas. Especialmente buenos se prevén los números en la Comunidad de Madrid, Castilla y León y Aragón.

    Rivera sigue negando que pactará con el PSOE, con el que podría gobernar en España, en la mayoría de comunidades autonómicas y en ayuntamientos muy relevantes. Pero Cs vive una nueva etapa en la que aspira a superar al PP, que se juega su futuro inmediato la próxima semana.