La Audiencia Nacional ha condenado al mafioso ruso Tariel Oniani a cuatro años de cárcel y a pagar una multa de aproximadamente 35.000 euros por asociación ilícita, y da por probado que entre 2000 y 2005 fue el jefe máximo de la organización criminal ‘Kutaiskaya’ en su condición de ‘ladrón en ley’.
Según se detalla en esta sentencia de la Sección Primera de la Sala de lo Penal, a la que ha tenido acceso Europa Press, Oniani es un ‘vor v zakonen’ (ladrón en ley), que es el calificativo que reciben los jefes de las organizaciones criminales surgidas en la antigua URSS y que extendieron sus actividades ilícitas por Europa tras la caída del muro de Berlín.
La magistrada María Riera, ponente de la sentencia, explica que este mafioso –que carece de nacionalidad– tras ser condenado en 1998 en Francia por asociación de malhechores tras perpetrar el rapto y secuestro de David Chichachvili, se trasladó a Barcelona en 2000. Una vez en España formó una estructura empresarial para lavar dinero procedente de actividades ilícitas y a pesar de que carecía de medios (aparentemente) adquirió una lujosa vivienda unifamiliar en la capital catalana través de sociedades interpuestas.
En la sentencia se detalla que Oniani se dedicó a blanquear dinero de esas actividades ilícitas realizadas en terceros países, incluido EEUU, y que para ello contó con la colaboración de otros miembros de la organización «subordinados a su persona y con un entramado de varias sociedades».
No obstante, la justicia española no ha podido juzgar a este ‘ladrón en ley’ por blanqueo de capitales como inicialmente se pretendía desde la Fiscalía Anticorrupción dado que las autoridades rusas –que lo entregaron a España para que fuera juzgado– consideran prescrito ese delito de acuerdo a su Código Penal.
Con todo, la Sala de lo Penal da por probada la existencia de esta organización criminal en España y se apoya para ello en la sentencia de 2019 por la que se condenó entre otros a Malchas Tetruashvili y Josef Djanashvili quienes reconocieron su participación en esta red y su actividad de blanqueo al servicio de Oniani.
NIEGA SER UN LADRÓN EN LEY, PERO ESTUVO CON KALASHOV
Durante la declaración de Oniani en el juicio oral celebrado en febrero, negó ser un ‘ladrón en ley’ y que de hecho existiera esa figura a día de hoy escudándose en que es parte del pasado. También negó que existiera la organización Kutaiskaya y alegó que si él tiene cierta fama en su región natal de Georgia es porque participó en acciones armadas en la época en la que se independizaron de Rusia.
Sin embargo, la declaración de testigos policiales durante el juicio evidenció que la investigación sobre Oniani arranca en 2003 a raíz de un fax remitido por el Ministerio del Interior de la Federación Rusa en el que notificaban que se iba a celebrar en Alicante «una reunión de importantes miembros de las organizaciones criminales con la excusa de celebrar el cumpleaños de Zakhar Kalashov» –otro vor v zkonen–. Ese cumpleaños se celebró en el Hotel Montíboli de Villajoyosa y en el registro de huéspedes consta que Tariel Oniani estuvo alojado allí cuatro noches.
Los magistrados señalan además que si bien no se juzga a este ‘ladrón en ley’ por un delito de blanqueo de capitales, sí se hace «por un delito de asociación ilícita para blanquear dinero» por lo que resalta la importancia de las operaciones de blanqueo que realizó esas asociación ilícita durante su estancia en España.
En la sentencia se hace un pormenorizado relato de diferentes acciones realizadas a tal fin, con informes de peritos de la Agencia Tributaria, y durante el juicio declaró además un perito de la Unidad de Apoyo de la a Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT).
EL TORTUOSO CAMINO DE SOCIEDADES INTERPUESTAS
En la calificación jurídica, la Sala apunta que el acusado «domina como máximo dirigente una organización dedicada a la comisión de delitos plurales en distintas partes del mundo», y añade que esto les proporciona cuantiosos ingresos que llegan a Oniani a través de «un tortuoso camino de sociedades interpuestas».
Además, incide en que tras su llegada a España, el ‘ladrón en ley’ se vale de un grupo de personas y de una estructura empresarial para blanquear el dinero. Entre esas personas estaría Malchas Tetruashvili –ya condenado–.
En la sentencia se cita también a la mujer de Oniani, Ntiana Onianidou, como representante de la sociedad MOLER LTD –una de las sociedades que se usaron–, y se recalca que jugó un papel importante porque figuraba en todos aquellos negocios y operaciones en los que su marido no quería figurar.
En ese entramado jugó también papel importante según la sentencia Vazha Bogveradze, a quien la policía califica de mano derecha de Oniani y que ya ha fallecido. También se cita a Rafael Aguilar y Jondo Meshveliani como administradores de otra sociedad denominada We Corporation 2100 SL, en la que el propio Oniani figuraba como empleado.
Por último, en la sentencia se aclara que con esta condena no se vulnera el principio de ‘non bis in ídem’. Este principio impide juzgar a un acusado dos veces por el mismo delito. Pero la Sala de lo Penal recuerda que la condena de Francia sobre Oniani se basa en hechos que no coinciden con la sentencia actual.
Además, niegan que los delitos hayan prescrito y que se haya producido una dilación indebida del proceso. «La causa de la dilación en el tiempo de su enjuiciamiento se debió fundamentalmente a que huyó de España en 2005 y hasta 2008 no fue localizado por la Interpol en Moscú», reseñan.