Las nuevas ‘costumbres’: así conviviremos con el coronavirus

El final del tunel se vislumbra. Ayer, sábado, el Presidente del Gobierno marcó el inicio de la desescalada, o lo que es lo mismo, comenzamos a ver cómo será el día después. Eso sí, como vienen insistiendo desde el Gobierno, la nueva normalidad tendrá muy poco que ver con lo que era nuestra vida antes de la covid-19. ¿En qué va a cambiar nuestra vida? ¿Volvermos a las reclusiones forzadas si hay una segunda ola de contagios? ¿Cuándo volveremos a abrazar a nuestros seres queridos?

Lo cierto es que la nueva normalidad parece que va a ser algo más dura de lo que pensábamos. Ayer lo dijo con claridad Sánchez. Hasta que haya una nueva vacuna. También Montero había dejado caer que sectores como la hostelería y la restauración no regresarían a su actividad habitual tan rápido. Y la ministra de Defensa, Margarita Robles, dejó caer esta semana en la Brújula de Onda Cero que hasta 2022 no se espera que exista vacuna contra el coronavirus. Bienvenidos a la nueva normalidad. Bienvenido al nuevo orden mundial.

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¿SE VALORARÁ LA SANIDAD Y LA INVESTIGACIÓN?

¿se fomentará investigación y sanidad?

En esta crisis sanitaria, se ha puesto de relieve la importancia de contar con un sistema de salud pública fuerte, y también la necesaria revisión del modelo de investigación científica y de producción industrial. Engaños, fraudes, saturaciones, escasos especialistas. El panorama, dibujado por años de recortes y profesionales que se han visto obligados a emigrar nos enfrenta a una dura nueva normalidad en la que se dependerá de la investigación privada. Al menos si no se toman medidas.