El responsable institucional del PNV, Koldo Mediavilla, espera que el Gobierno de Pedro Sánchez y, en especial, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, enmienden «su talante» de cara a la negociación de los Presupuestos, que son «vitales e imprescindibles», después del «fracaso» de la derogación del decreto ley para la cesión al Estado de los remanentes municipales.
Además, ha pedido a Sánchez que «espabile» si quiere estabilidad, se tome «en serio» una política de alianzas y «cohesione un número de apoyos suficientes» en el Parlamento, sin dejar el protagonismo a «metetes» como Pablo Iglesias, vicepresidente segundo y líder de Unidas Podemos, que pretende «enseñar» al presidente «una nueva mayoría con la complicidad de Arnaldo Otegi y EH Bildu», para diluir «la tentación socialista de alcanzar un acuerdo» con Ciudadanos.
En un artículo colgado en su blog, Mediavilla ha recordado que el pasado jueves, «por primera vez en lo que va de legislatura, el Gobierno español sentía el gélido escalofrío de encontrarse a la intemperie, pues la mayoría que le aportaban los dos socios de coalición no resultaba suficiente para ratificar un decreto ley elaborado con prepotencia y desafiando al sentido común».
«Sánchez y los suyos cobraban una dura derrota parlamentaria de la que deberán aprender, especialmente la ministra de Hacienda y portavoz, María Jesús Montero, cuyas formas de negociación política parecen ancladas en su pasado andaluz de mayoría absoluta», ha añadido.
Según ha destacado, «la materia derogada era un intento confiscatorio de los remanentes de tesorería municipales, atesorados por los entes locales y que la ley de estabilidad imposibilita gastar más allá de la amortización de deuda».
En todo caso, ha apuntado que «la derrota parlamentaria, dolorosa para el Gobierno, pero infecunda para la oposición pues nada positivo consigue, más allá de la alegría del mal ajeno, es rotunda y sin matices.
A su juicio, «el fracaso cosechado debe servir, cuando menos, para que Pedro Sánchez, y especialmente, la actual titular del Departamento de Hacienda, enmiende su talante de cara a la próxima negociación de los Presupuestos Generales del Estado».
El dirigente jeltzale ha recordado que se trata de «unas cuentas vitales e imprescindibles» para posibilitar la llegada de fondos europeos extraordinarios que permitan combatir las consecuencias de la crisis económica provocada por la pandemia.
ACTITUD DE PODEMOS EN UN MOMENTO «CRUCIAL»
Koldo Mediavilla ha explicado que «el fiasco parlamentario llega, por lo tanto, en un momento crucial de la actividad política en el Estado, justo en la antesala del tracto presupuestario». «Por si fuera poco el desastre», según ha subrayado, todo ello se ha producido «en medio de una sucesión de desencuentros entre los socios de Gobierno que ha puesto en evidencia la existencia de un mar de fondo poco propicio para asentar sólidamente las políticas públicas que el momento requiere».
También ha reprochado que este «ruido» sea «amplificado por una de las partes, que alimenta una y otra vez la sensación de dos gobiernos en uno», ha señalado en alusión de Unidas Podemos.
Salvando las distancias, ha apuntado que es como esa imagen de un «perrito patada» que «acosa a ladridos y muerde los bajos del pantalón a quien lo pasea, en un ejercicio insufrible de incomodidad y agobio».
Tras indicar que se daba por hecho que la presencia de Pablo Iglesias y Podemos en el Ejecutivo no iba a ser «pacífica», ha manifestado que es «legítimo que el ‘pequeño’ trate de defender su territorio ante el poderío del ‘grande'», pero ha puntualizado que «una cosa es ‘marcar paquete'» y otra bien distinta convertirse en un «metete».
Además, ha dicho que el vicepresidente segundo «es, ante todo, un político táctico, un enredador que tejerá y guionizará decisiones para que parezcan una cosa y, al final sean otra, la que a él le convenga» porque pretende «llevar el agua a su molino, aunque para ello utilice juegos malabares». «Pablo Iglesias, es en ese sentido un ‘metete profesional'», ha añadido.
También cree que mantiene una actitud «insolente y oscura que difícilmente sorprende ya a alguien». «Cada vez que, por ejemplo, Iglesias llama al PNV, es para poder decir ante terceros que ese partido avala sus tesis en relación a una cuestión política concreta. Lo hizo ya en el pasado y lo sigue haciendo ahora. Si su interés es presionar a Pedro Sánchez para que haga una cosa u otra: primero le apretará en casa, en su relación de socio de gobierno y, en paralelo, buscará que otros refuercen su causa, aunque sea utilizando en vano su nombre», ha manifestado.
En su opinión, «ahora, con un Podemos en horas bajas y con poco que decir en relación a Europa«, el líder de los morados «trata de recuperar protagonismo frente al cada vez más acusado cerco que sobre él cierra el Poder Judicial que parece «tenerle ganas.
«RASPUTÍN DE UNA NUEVA MAYORÍA»
«Diluido en un ejecutivo en el que sólo sobresale para ‘dar la nota’ y perdido el protagonismo de tiempos pasados, Iglesias vuelve a la carga como el ‘rasputín’ de una nueva ‘mayoría social y política’ que le permita recuperar oxígeno ante la incertidumbre que genera la próxima necesidad de Pedro Sánchez de aprobar unos nuevos presupuestos», apunta Mediavilla.
De esta forma, «ante la duda que suscita la posición de Esquerra Republicana, cuya posición sobre los Presupuestos del Estado vuelve a depender del equilibrio electoral interno que se vive en Catalunya», el líder de Unidas Podemos «vuelve a emerger como el perejil en la salsa», e intenta «enseñar a Sánchez el camino para una nueva mayoría, con la complicidad de Arnaldo Otegi y EH Bildu en una operación arriesgada, pero no imposible, a pesar de que parezca descabellada y cuyo objetivo es diluir la tentación socialista de alcanzar un acuerdo con los naranjas de Arrimadas».
El responsable institucional del PNV destaca que, para que esto prospere, «necesita que otros le sigan como al flautista de Hamelin», y para ello, piensa en ‘Más país’, Teruel existe, Joan Baldoví (Compromís), los canarios, los cuatro del PDCAT, «que no Jxcat», y el PNV.
«Si fuese así, él está convencido de conseguir una abstención de los republicanos catalanes y el voto favorable de los de Otegi. Todo para condicionar, una vez más, a Pedro Sánchez, para dirigirle por control remoto por la ‘buena senda’ que él determine», ha subrayado.
Para Koldo Mediavilla, el «gran timonel» de Podemos «pretende ser nuevamente el ‘clavito del abanico’, la ‘clave de bóveda’ que estructure una mayoría en España en la que el resto de formaciones ‘baile al son de su música'», en una «soberbia intelectual de quien se cree moralmente superior».
«Vuelven, por lo tanto, tiempos de enredos, de artes escénicas sobre el tablero, de postureo y sainete, todo lo contrario a la seriedad y a la responsabilidad que el momento obliga. Sánchez ya puede espabilar si pretende estabilidad y proyección. El varapalo del pasado jueves debe servir para que se tome en serio una política de alianzas basada en el reconocimiento y en el compromiso, cimentada en la lealtad y en el respeto», ha insistido.
A su juicio, «solo así podrá cohesionar un número de apoyos suficiente que le dé estabilidad en el Parlamento». «No hacerlo, será dejar el protagonismo en manos de ‘metetes profesionales’, y en ese futuro, nada bueno nos aguarda», ha concluido.