El PSOE de Madrid se cansa de la descafeinada oposición de Gabilondo y toma medidas

  • El Delegado del Gobierno ha ocupado su lugar como líder de la oposición en la Comunidad de Madrid.
  • Nadie en Ferraz se atreve a tocar a Gabilondo por ser el elegido de Sánchez y por el respeto que se ha ganado.
  • Gabilondo ganó las elecciones, pero no está gustando su forma de liderar la oposición.
  • El PSOE de Madrid se mueve entre el respeto que le tienen a su candidato de la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo, y las ganas de que se eche a un lado por su incapacidad de realizar una dura oposición. Es por eso que la directiva del partido ha tomado la decisión de buscar otra vía para dar protagonismo al PSOE en la Comunidad, y esa es sencilla: sobreexponer al líder del PSM, el Delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco y que sea él quien adopte el rol de líder de la oposición. Una solución intermedia que parchea el problema y que evita decirle a Gabilondo que su trabajo como líder de la oposición no es del agrado de Ferraz.

    Desde que la segunda ola ha puesto en jaque a la Comunidad de Madrid, en el PSOE ha crecido el descontento en un doble sentido. Primero, por las propias cifras dramáticas que arroja la pandemia. Y segundo, porque el PSM no ha sido capaz de ejercer una presión considerable a una Comunidad sobrepasada por el coronavirus, y la culpa de eso la tiene Gabilondo, o al menos es la percepción que se tiene desde Ferraz.

    Que Franco haya salido en los medios de comunicación en repetidas ocasiones para conceder entrevistas no ha sido nada casual. El líder del PSM tiene clara la estrategia a seguir y se ha dedicado a ser la cara visible de los socialistas en la capital para ocupar ese espacio que ha dejado vacío Gabilondo. E incluso en alguna ocasión ha echado por tierra la única y tímida medida que el PSOE quiso llevar a cabo para desbancar del poder a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso: la moción de censura.

    Quizás es por eso que Gabilondo ha roto su silencio y ha rechazado que el Gobierno, liderado por su propio partido, intervenga a la Comunidad de Madrid para aplicar restricciones en la mayor parte de la región, por no decir en toda.

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    Ahora Franco no solo se dedica a decirles a los suyos en la capital que no se pueden apuntar a una manifestación que pretende quejarse de las restricciones impuestas por la autonomía en los barrios con más contagios. Si no que también aprovecha los micrófonos para apuntar de forma discreta que la única idea que ha tenido Gabilondo en la Asamblea no es la vía que él aprueba para hacer una oposición decente.

    «Hablar ahora de una moción de censura es absolutamente irresponsable», dijo el Delegado del Gobierno a principios de septiembre tras conocerse que Gabilondo pretendía seducir al vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, para que traicionara a su socio de Gobierno y se erigiera como nuevo presidente autonómico. «Ahora no es momento de presentar mociones de censura. Otra cosa es que el Gobierno de Díaz Ayuso se merece una moción de censura, pero ahora no es el momento», ha asegurado Franco este martes en Al Rojo Vivo. La misma línea y el mismo mensaje a la misma persona.

    «A quien corresponde es al PSOE presidir la Comunidad de Madrid» ha comentado Franco en torno al tema de que Gabilondo coquetea con la moción de censura. Pero es que su línea de defensa sigue un patrón que pretende convertir al PSOE en una formación moderada y alejada de la doctrina impuesta por Podemos o Más Madrid. «Se han lanzado adoquines a la Policía», ha asegurado Franco en referencia a las protestas de Vallecas por las restricciones impuestas.

    El problema de fondo es que Gabilondo es una persona muy respetada dentro del partido que no ha resultado tener el mordiente necesario para aprovechar la crisis política que atraviesa el PP y erigirse como una alternativa fiable, con gancho y solvente para afrontar la pandemia. Desde Ferraz preferirían un perfil algo más político pero no se atreven a dar el salto y cuestionar a un candidato que ha ganado las elecciones pero no ha sido capaz de sumar los apoyos necesarios.

    El relato que se escucha en el PSOE es siempre el mismo. Gabilondo es un profesional impecable, pero no tiene el perfil que la mayoría consideran necesario para liderar la oposición. Es por eso que la dirección del PSM ha optado por el mal menor, que es dar protagonismo al Delegado del Gobierno (también líder de los socialistas en Madrid) para que llene el vacío que ha dejado Gabilondo. Así que, por el momento, los paseos por los platós de televisión y las visitas a las redacciones de periódicos las seguirá haciendo Franco. Gabilondo, entre tanto, que renuncie a su plan de una moción de censura y se siente a verlas pasar. Nadie en el PSOE le tocará, al menos de momento, siempre que sea el elegido por Pedro Sánchez para dar empaque al PSOE en Madrid.