El exministro de EconomĂa del gobierno griego Yanis Varoufakis y el abogado hispano francĂ©s Juan Branco han señalado este martes ante el juez de la Audiencia Nacional JosĂ© de la Mata que nadie les advirtiĂł en sus visitas al fundador de Wikileaks Julian Assange, durante su estancia como asilado en la Embajada de Ecuador en Londres, que fueran a ser grabados o que se fueran a hacer copia de sus telĂ©fonos mĂłviles.
Fuentes jurĂdicas, que han asistido a la declaraciĂłn por videoconferencia de ambos como testigos y perjudicados por el espionaje indican que Varoufakis ha explicado que en un momento dado la polĂtica de la empresa de seguridad contratada por la embajada cambiĂł y les obligaron a dejar en el control los documentos de identidad y los mĂłviles, algo por lo que protestaron enĂ©rgicamente.
Además, han insistido tanto el exministro griego como Branco –que formaba parte del equipo legal de Assange-– en que nunca nadie les dijo que se iban a hacer copias de sus mĂłviles y de sus visados con la intenciĂłn de saber dĂłnde viajaba. Tampoco tenĂan constancia de que se colocaran micrĂłfonos en la embajada –uno de ellos en la parte inferior de un extintor–.
En esta causa se investiga al ciudadano español David Morales GuillĂ©n y a la sociedad mercantil española Undercover Global SL (UC Global) dado que existen elementos indiciarios de que aprovechĂł el servicio que prestaba en la embajada para espiar a Assange. Tanto Morales –quien se encuentra en libertad provisional con medidas cautelares– como UC Global están siendo investigados por delitos contra la intimidad y el secreto de las comunicaciones abogado-cliente, cohecho y blanqueo de capitales.
SegĂşn De la Mata, «entre los años 2015 y mediados de 2018 la seguridad de la Embajada de Ecuador en Londres fue confiada a esta empresa española, y que aprovechando la prestaciĂłn de este servicio Morales utilizĂł diversos dispositivos de grabaciĂłn de audio y video, para grabar reuniones que Assange mantenĂa con distintas personas, entre ellas asesores y letrados, «asĂ como para transferir a terceros la informaciĂłn obtenida».
TambiĂ©n aprovechaba los filtros de entrada al edificio para inspeccionar y copiar documentos y dispositivos que los visitantes entregaban en el control de seguridad de la entrada. De este modo se habrĂan captado reuniones que Assange mantenĂa con sus abogados, con polĂticos, periodistas, amigos personales asĂ como visitas mĂ©dicas y de diversa Ăndole, incluso «los micrĂłfonos habrĂan llegado a captar igualmente reuniones de los agentes diplomáticos ecuatorianos».
EL GRIEGO INTERESA AL CLIENTE AMERICANO
Durante el interrogatorio de este martes, la defensa de Assange habrĂa mostrado además un chat de la empresa de UC Global en el que el jefe en septiembre de 2017 les informaba de «la llegada del griego» –por Varoufakis– y les pedĂa que obtuvieran informaciĂłn para el cliente. Un dĂa despuĂ©s, en un correo les indicaba que lo de ‘el griego’ le interesaba mucho «al cliente americano».
Además, fuentes conocedoras del caso apuntan que según las declaraciones de trabajadores de la empresa, estos estaban obligados a negar ante las visitas y ante el propio Assange que hubiera micrófonos instalados, y que incluso en diciembre de 2017 se llegó a cambiar todo el sistema de videovigilancia para que las nuevas cámaras incorporaran micrófono con el que captar las conversaciones.
DOS PIEZAS SEPARADAS
La causa de este supuesto espionaje, que se investiga en la Audiencia Nacional por tratarse de presuntos delitos cometidos por un español en el extranjero, se abriĂł a mediados de 2019 y el instructor ya ha abierto dos piezas separadas: una denominada ‘Correa’ despuĂ©s de que el expresidente de Ecuador Rafael Correa presentara una querella contra UC Global, y otra llamada ‘News’ que se centrarĂa en los periodistas que tambiĂ©n pudieron ser espiados por la empresa española.
El instructor tambiĂ©n ha escuchado en sede judicial al principal imputado en esta causa, David Morales, quien afirmĂł que fue el propio Gobierno ecuatoriano el que le solicitĂł implantar mĂ©todos de escucha al estar preocupado porque el fundador de Wikileaks se reunĂa con «delincuentes».
Además, Morales negĂł haber vendido informaciĂłn a Estados Unidos y asegurĂł que los viajes a ese paĂs fueron para contactar con otros clientes de su empresa, segĂşn fuentes jurĂdicas presentes en la declaraciĂłn.