¿Te sientes más cansado de lo habitual? ¿No puedes terminar las tareas que empiezas? Puede que no lo sepas pero tu cuerpo te está avisando de que estás agotado. Cuando nos sentimos así, se denomina que padecemos de agotamiento mental, un término que fue acuñado en los años 70 y con el que se definían los efectos que tiene el estrés ocasionado por el trabajo.
Hay que tener especial cuidado con él porque puede ser fácil de confundir con otros síntomas, como un resfriado. Aunque te parezca que eres completamente capaz de reconocer las claves que indican que estás padeciendo agotamiento, puede que en realidad no sea así.
Si quieres comprobarlo, descubre los síntomas que te avisan de que estás agotado.
3Lo fácil te resulta complicado
Si últimamente has notado que las tareas que antes te resultaban sencillas y completabas en poco tiempo ahora hacen que inviertas demasiado tiempo, algo no está yendo como debería. Puede que no tengas la mente lo suficientemente lúcida como para hacer frente a todo.
Cuando notamos falta de atención repentina, que se nos olvidan detalles o que nos cuesta acabar el trabajo, nuestra mente nos está lanzando claves para que identifiquemos que estamos demasiado cansados. Es decir, vives agotado.
El estrés es el problema principal de que sucedan estas cosas. Por eso, aquí el consejo es el mismo: siempre es bueno tomar distancia del trabajo y de los problemas y centrarnos durante un tiempo en nosotros mismos. De esta manera, podremos volver con las pilas cargadas al cien por cien.
