domingo, 19 mayo 2024

Todo sobre la dieta MIND: cuándo se recomienda y qué beneficios tiene

La MIND es una de las dietas más equilibradas que existen. Es una buena alternativa para ingerir todo tipo de alimentos sin caer en los excesos y al mismo tiempo es muy beneficiosa para nuestra salud. Un estudio recientemente publicado en la revista Movement Disorders ha revelado que llevar a cabo la dieta MIND puede ayudar a retrasar la aparición de enfermedades como el Parkinson. Asimismo, hay médicos y científicos que sostienen que este régimen también es adecuado para prevenir el Alzheimer, una patología que afecta a casi 50 millones de personas en el mundo según los datos de BrightFocus Foundation.

Durante muchos años se ha investigado sin éxito como curar el mal de Parkinson. Y aunque no se han descubierto hasta el momento medicamentos que la eliminen por completo, si han encontrado varios métodos para controlarla o demorar su llegada. Uno de ellos es la alimentación. La dieta MIND ha adquirido gran popularidad en los últimos años ya que combina elementos de la cocina mediterránea con la DASH (Enfoques dietéticos para detener la hipertensión). Su gran variedad la convierte en una forma perfecta para comer de todo pero cada cosa en su justa medida. Aquí os explicaremos de que se trata la dieta MIND y cuáles son sus ventajas.

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El impacto de la alimentación en el cerebro. ¿Por qué puede ayudar la dieta MIND?

Los especialistas que han participado de la investigación consideran que la Mediterránea es una dieta mucho más saludable que la Occidental o «Western», la más común en Estados Unidos. En Norteamérica es muy habitual el consumo de alimentos ultra procesados, fritos y azúcares y carnes rojas. En cambio, en países como España, Italia o Grecia se consumen muchas frutas y verduras y más productos frescos. Según un artículo de la Fundación Michael Fox, más de 6 millones de personas en el mundo padecen Parkinson. Aproximadamente 1 millón de ellas se encuentran en Estados Unidos. Esto respalda aún más la teoría médica de que el cerebro y el intestino tienen una fuerte conexión.