viernes, 13 diciembre 2024

Ribera afirma que el Acuerdo de París para frenar el calentamiento es un «asunto existencial»

La vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, no se plantea un «no» por respuesta a la posibilidad de que la comunidad internacional pueda no cumplir el objetivo fijado en el Acuerdo del Clima de París, porque en su opinión se trata de un «asunto existencial» y un reto que hay que gestionar para conseguir limitar el incremento de la temperatura global a 1,5 grados centígrados.

Durante su participación en el evento ‘Financial Times Climate Summit’, junto a sus homólogos de Singapur y Dinamarca, la vicepresidenta ha defendido que España está trabajando para preparar su posición en la Cumbre del Clima de Glasgow (COP26) que se celebrará a final de año en la ciudad escocesa (Reino Unido), dentro del marco de la Unión Europea.

El objetivo es, según ha destacado que la postura de la UE sea «ambiciosa» y «tan creíble como sea posible», de manera que se fije una senda de descarbonización a medio y largo plazo congruente que además de facilitar la transformación necesaria no deje de prestar atención a las necesidades sociales.

En el foro ha defendido que la ley de cambio climático que está «a punto» de aprobar el Parlamento español supondrá un «cambio significativo» del sistema energético pero además ha defendido que el Gobierno está acometiendo otras reformas importantes en materia del uso de la tierra, la biodiversidad y las políticas sociales.

De cara a la COP26, Ribera ha dicho que su expectativa es poder completar la implantación operativa completa del Acuerdo de Paris, pero sobre todo hacerlo con sendas de descarbonización a medio y largo plazo «creíbles» de los países para que los Gobiernos puedan demostrar que están «comprometidos» con el camino de la descarbonización.

En ese contexto, ha confiado en que la respuesta «consistente» deberá proceder de agendas formales de los Gobiernos, que han de dar «señales fuertes de cambio» a todos los actores para lograr precisamente esas sendas de largo plazo y, para ello, ha insistido en que se requieren de manera urgente compromisos de medio plazo, a 2030, consistentes en materia de descarbonización y procedentes de todos los países.

Compromisos

Para la ministra hay «un nuevo aire» dentro del escenario de la negociación climática, pues a pesar de ser un año difícil, también hay «buenas noticias» que deberían ayudar a facilitar la aceleración de los compromisos de todos los países.

«En términos generales, esperamos ser creíbles pero al mismo tiempo, en un contexto de pandemia, estamos todos tratando de ver como reactivamos la actividad económica y como podemos invertir mejor en el contexto de los paquetes de estímulo», ha reflexionado la vicepresidenta cuarta, que ha reclamado trabajar «con consistencia climática tanto en mitigación como adaptación» porque confía en que la carrera para lograr cero emisiones «puede acelerarse».

No obstante, ha admitido que en este momento la comunidad internacional está «muy lejos» de lo necesario por lo que celebra que la Presidencia de la COP26 está «tratando de mover las distintas alas de los países para lograr un alto nivel de ambición».

Pese a que el sector de la energía se está moviendo «muy fuerte» y la movilidad de manera «dramática», para Ribera aún quedan «otros muchos aspectos» que dan margen para ser más ambiciosos en la comunicación de los compromisos nacionales de contribución. En ese sentido, opina que importante contar con una ambición suficiente y creíble por parte de Estados Unidos para facilitar a «todos» a avanzar.

Por otro lado, ha defendido que parte de la «responsabilidad» de los Gobiernos es crear las condiciones para acelerar esta acción y ha puesto de ejemplo los objetivos «ambiciosos» planteados por España en su ley de cambio climático y en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima para 2030 de los que ha dicho que «al principio» la gente decía que eran «demasiado ambiciosos» y ahora les piden «más».

Por último, respecto a la necesidad de lograr la responsabilidad individual en este reto, opina que la pandemia debería suponer un cambio de comportamiento tras observar en este año los vínculos del cambio climático con la salud. «Esto es muy importante y es una buena forma de introducir esto en la agenda: los vínculos del cambio climático con biodiversidad, con la calidad del aire», ha concluido la ministra, que cree que estos argumentos deben ser utilizados para explicar tanto la mitigación como la adaptación.