Algunos manifestantes progresistas no deben controlar mucho de números. Es perfectamente comprensible su demanda. Y más de uno la apoyará. El problema es que este 1 de mayo que se van a manifestar contra los toros, han traído la mayor incongruencia del año. Los sindicatos de clase, Unión General del Trabajo (UGT) y Comisiones Obreras (CCOO) quieren hacer acto de presencia este primer día y esperan repetir las cifras de 2019: que son de 30.000 manifestantes. El problema es que se han olvidado de dos cosas. La primera, que la pandemia sigue aquí. Y la segunda, que una de las reivindicaciones de las protestas convocadas pretende quejarse de que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, no celebre una corrida de toros que concentrará en la plaza a 6.000 personas. Sí; echen cuentas.
Los sindicatos quieren tomar las calles «después de la excepcional situación vivida en 2020» y quejarse de asuntos como la corrida de toros. No se sabe si la protesta está motivada exclusivamente por el hecho de que se celebre un evento con 6.000 personas, pero lo cierto es que que los sindicatos esperen reunir a 30.000 personas para que protesten por la organización de un acto de 6.000 no deja de ser cuanto menos irónico. Lo peor es que no habrá limitación alguna, ya que la Delegación del Gobierno en Madrid no ha puesto trabas. Se sobreentiende que con guardar la distancia de seguridad será suficiente para no generar contagios innecesarios.
Lo que llama la atención de más de uno en la oposición es que el Ministerio de Sanidad calle. Hasta hace unos pocos meses, la cartera de Carolina Darias daba hasta en el cielo de la boca a todo aquel que se planteara generar un evento multitudinario en el contexto que fuera. Vamos, que en condiciones normales hace unas semanas los ideal para Sanidad habría sido no celebrar nada. Ni los toros, ni la manifestación. Lo divertido de esto no es precisamente el cambio de criterio de Sanidad, sino el hecho de que los sindicatos pretendan hacerse escuchar en una protesta multitudinaria que aspira a reunir a 30.000 personas en Madrid para protestar contra la celebración de un evento de 6.000. Sufrimiento animal aparte.
Lo que hace levantar sospechas para el Partido Popular es el hecho de que, a pesar de la curiosa situación que se dará este primer día de mayo, el Ministerio de Sanidad ha cambiado de criterio en plena campaña en referencia a asuntos relacionados con los eventos y la pandemia. En concreto, en la regulación de aforos en base a la situación epidemiológica. Vamos, que cuanto peores sean los datos de incidencia acumulada, menos eventos multitudinarios se podrán realizar.
Estos criterios han sufrido una variación oportuna que ha llevado tanto a la Delegación del Gobierno en Madrid como al Ministerio de Sanidad a no tocar esta manifestación convocada por los sindicatos que pretende, entre otras cosas, protestar contra la decisión de la Comunidad de Madrid de celebrar sin censuras ni restricciones una corrida de toros en Las Ventas. Con la propuesta inicial de la ministra de Sanidad socialista, este acto no podría celebrarse bajo ningún concepto por tener lugar en la capital, que tiene una incidencia de máximo riesgo.
Sanidad también ha entendido oportuno permitir y no levantar la voz ante la pretensión de la Unión General del Trabajo (UGT) y Comisiones Obreras (CCOO)
La incidencia acumulada por cada 100.000 personas es de 388 casos. No es la ideal ni mucho menos. Pero Ayuso ganó en sus reivindicaciones y ha conseguido a pesar de los criterios iniciales de Sanidad que los toros se lleven a cabo sin restricciones. Y como respuesta, Sanidad también ha entendido oportuno permitir y no levantar la voz ante la pretensión de la Unión General del Trabajo (UGT) y Comisiones Obreras (CCOO) de reunir en las calles de Madrid a 30.000 personas. Ahora el «riesgo extremo» que Sanidad considera a partir de los 250 casos de IA no importan demasiado para Darias.
El Ministerio de Sanidad debe estar muy confiado ahora. Al menos de cara a controlar la pandemia. Cuando se pidió celebrar la manifestación del Día de la Mujer Trabajadora se prohibió sin reservas en un contexto de 236 casos de incidencia acumulada. Ahora, con unos datos mucho mayores y en plena campaña sí que se permite la protesta convocada por la Unión General del Trabajo (UGT) y Comisiones Obreras (CCOO) que reunirá (o al menos es la intención que han dejado claro tener los sindicatos) a más de 30.000 personas en Madrid.