jueves, 12 diciembre 2024

El buque oceanográfico que buscará a las dos niñas secuestradas pone rumbo a Tenerife

El buque oceanográfico ‘Ángeles Alvariño’, equipado con un sonar de barrido lateral y un robot submarino, ha abandonado la bahía de Cádiz y ya navega en dirección a la isla de Tenerife para sumarse al dispositivo de búsqueda de las niñas Anna y Olivia, secuestradas el pasado 27 de abril por su padre, Tomás Gimeno.

El buque, operado por el Instituto Español de Oceanografía (IEO), partió el domingo del puerto de Vigo y su incorporación a la búsqueda de las niñas fue anunciada el pasado 17 de mayo por la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, quien indicó que se estaba en conversaciones con el IEO para poder contar con sus medios de rastreo.

El ‘Ángeles Alvariño’ cuenta con un sonar de barrido lateral, un aparato que usa la propagación del sonido bajo el agua para obtener imágenes digitales de la superficie del fondo marino. Las señales acústicas emitidas rebotan en el fondo creando una imagen del mismo. Sus aplicaciones más comunes incluyen la cartografía detallada de comunidades de los fondos marinos, localización de tuberías, viaductos o cables, la búsqueda de objetos o yacimientos arqueológicos sumergidos, entre otros.

El buque también dispone de un robot submarino, el ROV Liropus 2000, propiedad del Instituto Español de Oceanografía, capaz de recuperar objetos en el mar hasta los 2.000 metros de profundidad. Equipado con siete cámaras, puede recorrer el fondo marino, enviar imágenes en directo e incluso recoger muestras.

El buque oceanográfico, cuya llegada a Tenerife está prevista para finales de esta semana, tiene previsto rastrear la zona donde la lancha de Tomás Gimeno fue encontrada a la deriva, a una milla náutica del Puertito de Güímar. Ahí hará una radiografía del fondo marino con el sonar para tratar de identificar algún objeto extraño y, si es posible, subirlo luego a la superficie con el robot submarino.

UN MES DESDE LA DESAPARICIÓN.

Cuando se cumple un mes de la desaparición de Anna y Olivia, su madre, Beatriz Zimmermann, ha escrito una nueva carta en la que afirma que hace cuatro semanas «que el tiempo se detuvo» y «cada día aumentan las ansias» de tenerlas junto a ella.

Beatriz sostiene que la fe de que vuelvan es lo que la mantiene «fuerte y optimista» y añade que, desde la desaparición de sus hijas, «es un día a día lleno de ilusiones y a la vez de miedos, pero con algo firme e imborrable», su amor por ellas y su certeza de que volverán con su madre.