La energía sagrada de sus antepasados, esos que dejó en las montañas andinas de Bolivia, donde nació y creció escuchando las enriquecedoras historias de la época precolombina, son las que inspiran al artista boliviano Augusto Mendoza Mendieta, mejor conocido como Guto Ajayu, a entender su presente y crear un arte irreverente que ya ha enamorado a centenares de amantes del sector.
La importancia de conocer los orígenes
En sus cientos de historias antiguas enmarcadas en diferentes colecciones que han resultado un éxito en las galerías y exposiciones en España y el extranjero, el artista plástico Guto Ajayu, aún deja ver los rastros de sus grafitis de adolescente, esos que despertaron su pasión por contar la filosofía sagrada de sus antepasados quienes se erigieron en las montañas andinas de su natal Bolivia.
Las impresionantes obras de arte contemporáneo de Ajayu son una combinación entre lo histórico y contemporáneo: el street art, pop art & antique cultures, que plantean una reflexión sobre la importancia de mirar y conocer el pasado y los propios orígenes para comprender el presente. Su técnica es una muestra que combina el arte pop de los grafitis y el arte urbano con los símbolos precolombinos y de diferentes culturas antiguas que le heredaron la inspiración y la magia para plasmarla en el lienzo en un mundo veloz y acelerado.
La rebeldía de sus trabajos es una de las características que definen la línea artística de Ajayu. Sus emblemáticos guerreros son una pieza clave en las líneas que sellan el estilo auténtico de este artista plástico, cuyas exposiciones y colecciones bien le han merecido sus premios en España y en el extranjero.
Obras cargadas de emoción, fuerza y energía positiva
Sus composiciones matizan los símbolos precolombinos con otros elementos modernos que además están cargados de la jovialidad, vitalidad, emoción y fuerza del artista, logrando expresar con una estética audaz y equilibrada, y permitiendo penetrar en esa delgada línea entre el arte antiguo y el contemporáneo que le ayudan a marcar una distinción en el conglomerado medio artístico.
Desde su estudio de pintura continúa trabajando la misma temática, ahora con un mensaje más rebelde, cargado de más energía positiva para lograr contraponerse al pesimismo y fracaso que experimentan muchas personas en la actualidad.
El acrílico, óleo y esmalte se prestan para darle forma y color a las ideas, vivencias e investigaciones del autor. Sobre lienzo y madera resaltan el brillo y colores de la irreverencia cultural que Ajayu libera en cada colección, lo que le ha permitido triunfar en galerías y exposiciones de Europa desde que se asentó en España en 2017.