El marinero gallego Pablo Costas, que estuvo retenido en Yemen desde septiembre de 2020 bajo un cargo de supuesta pesca ilegal, ha acusado al Gobierno español por, a su juicio, encontrar «complicidad» hacia los que promovieron lo que él considera un «secuestro», es decir, con el Gobierno australiano. Así lo ha afirmado en una rueda de prensa en la sede la plataforma sindical EMT Madrid.
Este marinero de Bueu (Pontevedra), patrón del buque ‘Cobija’, fue detenido en septiembre del año pasado, cuando se encontraba en puerto de Al Mukallah, en Yemen, junto al resto de su tripulación (más de una treintena de personas de diferentes nacionalidades), a instancias de las autoridades australianas, bajo una acusación de supuesta pesca ilegal. El pasado domingo, el Ministerio de Asuntos Exteriores confirmó su liberación.
Costas, que ya ha llegado a España, ha realizado esta tarde una rueda de prensa en Madrid en la que ha lamentado la «injusticia» y el «abuso» que se ha cometido con él y con sus compañeros al tiempo que se ha quejado de la actuación del Gobierno español por, a su parecer, tener «compromisos».
«Me tocó estar en un país donde la ley y el Estado está como desaparecido. Después intervienen los consulados, el Gobierno de España y yo tengo que acudir a ellos, y ¿qué encuentro? Encuentro una complicidad hacia las personas que promovieron este secuestro. ¿Por qué? no lo sé. Compromisos. El ciudadanos parece que cuentan menos que todo eso», ha manifestado.
En la misma línea ha admitido que ve muchas «contradicciones» por parte del Gobierno y que está «cansado» de sufrir «injusticia tras injusticia»: «¿Por qué el Gobierno español reconoce a ese Estado de Yemen para justificar su falta de acción? Todo está lleno de contradicciones», ha explicado.
Asimismo, ha acusado al Gobierno australiano de ser el «promotor» del secuestro. «Australia con sus presiones ilegales, llamadas de noche a altos ministros, el propio jefe del Ejecutivo presionando a los pobres miembros del Gobierno de Yemen y diciéndoles que había que castigarnos de una forma o de otra», ha remarcado.
LA LIBERTAD NO ME LA ROBAN NINGUNOS FASCISTAS
Pese a la situación vivida durante tantos meses a bordo del barco «sin comida, pasando calamidades, desprotegidos» y sufriendo «penurias grandísimas», Costas ha dicho que psicológicamente está bien pero que esta vivencia le ha «cambiado».
«Con mi salud casi acabaron, pero con mi mente no. Sí que soy una persona distinta. Tuve mucho tiempo de reflexionar. Me retuvieron un año y llevo casi dos sin pisar mi casa por motivos de trabajo, pero es igual, a mí la libertad no me la roban ningunos fascistas. Eso lo tengo claro», ha recalcado.
Durante su rueda de prensa, Costas ha estado acompañado de Manuel Caamaño, miembro de la central unitaria de trabajadoras y trabajadores CUTGALIZA, que ha denunciado también que este «secuestro», como lo han calificado, ha sido «organizado por el lobbie australiano» y que han tenido «colaboradores en el Estado español a través de los instrumentos diplomáticos y consulares».