domingo, 5 mayo 2024

Sopa castellana o de ajo: una receta barata para gozar un día de frío

La sopa de ajo es uno de esos platos que tu mente, y tu estómago, identifica rápidamente con el frío. Y qué mejor momento tras abandonar el calor que zamparse un plato así en estos días tan fríos y lluviosos de otoño. Cuando más apetecen las sopas calientes es en las noches de otoño e invierno en las que el frío aprieta. A diferencia de otras sopas, la de ajo requiere de muy pocos ingredientes para su elaboración, la mayoría, básicos (pan, agua, ajos, huevos). Ni siquiera lleva pasta. Sienta de maravilla y como receta de aprovechamiento, es la mar de económica. Hoy te descubrimos todos los secretos para que puedas elaborar la receta de sopa de ajo y recordar los aromas de la cocina de la abuela.

Como receta, lo tiene todo: sale barata, ya que aprovechas el pan duro o endurecido de los días anteriores, y aunque puedes utilizar caldo de pollo, con el propio agua y buenos ajos, tendrás una sopa calentita que entra sola, sin grasa ninguna. Aprende aquí cómo hacer la sopa de ajo tradicional y cómo aderezarla sin que pierda su esencia.

 

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¿Hay diferencia entre sopa de ajo y castellana?

sopa de ajo

Aunque se tiende a identificar que la sopa castellana es lo mismo que la sopa de ajo, tenemos que decir que no es así. No al 100%. La base sobre la que se elabora la sopa castellana y la de ajos sí es la misma: agua, sal, aceite de oliva, un poco pimentón y pan. Sin embargo, como veremos a continuación, las sopas castellanas que se pueden degustar en los mejores restaurantes tradicionales castellanos, y poco a poco en toda la geografía, y que vamos a aprender a hacer en casa, suma al menos un ingrediente más: el huevo, cuando no otros aderezos que también veremos más adelante.

 

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