El Jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra (JEME), el general Amador Enseñat y Berea, ha reivindicado este viernes las dos décadas de operación de las Fuerzas Armadas españolas en Afganistán, donde ha defendido que realizaron su misión de forma «sobresaliente» y contribuyeron a generar cambios en el entorno social que, ha confiado, «más pronto que tarde darán frutos».
Después de la polémica salida de las fuerzas internacionales de Afganistán –que la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha calificado de «fracaso–, el Ejército de Tierra ha sacado pecho por el trabajo realizado en el país desde su llegada en el año 2002.
De hecho, ha dedicado a la misión su calendario para el año 2022 bajo el título ‘Orgullosos de vosotros’ como forma de homenajear a todos los militares que «de forma admirable» participaron en la misión que finalizó este verano con la urgente evacuación del aeropuerto de Kabul tras la entrada de los talibanes en la capital.
«Ahora podemos tener la íntima satisfacción del deber cumplido –ha asegurado el general Enseñat–. Nuestros hombres y mujeres realizaron su misión de forma sobresaliente y contribuyeron a generar cambios en el entorno social, apoyando siempre a los más necesitados, poniendo en práctica nuestros valores y mostrando el compromiso y el saber estar entre la gente y en los conflictos».
Por ello, se ha mostrado «convencido» de que «las semillas» sembradas en tierra afgana «más pronto que tarde» darán los frutos que ilusionaron su trabajo. «No albergamos duda alguna de nuestro sacrificio no fue baldío», ha afirmado recordando a los 102 militares que perdieron la vida durante los 20 años de misión en Afganistán.
«Los que estuvimos allí sabemos que mereció la pena», ha coincidido la comandante Ángela Berjillos, quien participó dos veces en la misión de Afganistán en los años 2011 y 2013 y ha relatado la dureza de la operación. «Salíamos cada día de la base sin saber si íbamos a volver, pero con la certeza de que estábamos donde teníamos que estar», ha asegurado.
Uno de los heridos en tierra afgana fue el brigada José Antonio Serantes, quien ha relatado cómo permaneció durante tres horas junto a sus compañeros en fuego abierto contra los insurgentes hasta que pudo ser evacuado de un disparo recibido en una pierna, lo que le valió la Cruz al Mérito Militar con Distintivo Rojo.
También la soldado Ángela Lloret fue condecorada por su comportamiento en la evacuación de un compañero herido en una acción de combate. «El 26 septiembre iba a ser un día más, pero entonces oímos la peor frase que se podía oír: hombre herido», ha explicado «completamente convencida» de que su labor durante aquellos meses contribuyó a la «libertad y seguridad» de la población afgana.
«NUNCA SE AGRADECERÁ LO SUFICIENTE»
Con ellos ha coincidido la ministra, quien ha expresado su «admiración» a todos los militares que formaron parte de aquella misión arriesgando sus vidas «de manera desinteresa y ayudando a la población afgana». «Nunca el mundo agradecerá suficientemente el trabajo que se hizo en Afganistán y nunca en España agradeceremos suficientemente a todos los que estuvieron en Afganistán», ha reconocido.
Así, pese el «agrio» sabor de boca que dejó la salida del país, ha aplaudido la operación de evacuación del aeropuerto de Kabul y ha garantizado a los militares que sembraron en el pueblo afgano una «semilla de igualdad, de valor y de libertad» que crece entre su población.
«El sacrificio no fue en vano porque ayudaron a que la gente viviera veinte años de libertad, de conocimiento, que permitieron a muchas mujeres trabajar en muchos sitios y permitieron conocer a España», ha asegurado.
