Villacís, sí se puede

El Ayuntamiento de Madrid se ha convertido en un polvorín a punto de estallar. La tensión se puede cortar con un cuchillo y quien respira con mayor dificultad es el propio alcalde, José Luis Martínez Almeida. El espionaje de Génova a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a través de dependencias municipales del Consistorio ha dado a Begoña Villacís la oportunidad de su vida. Tiene los apoyos, la excusa y la posibilidad de ensalzar su figura, en declive desde que Ciudadanos optó por hundirse de forma inexplicable, de cara a las próximas elecciones. Desde el Ayuntamiento hacen llegar mensajes confusos a la vicealcaldesa en los que la tratan de disuadir para que no presente la moción de censura que van desde indicarla que no tiene los apoyos necesarios o que no puede presentarla por el reglamento. Pero lo cierto es que, tal y como ha comprobado MONCLOA.com, sí se puede, Villacís.

Los apoyos están porque ningún partido en la oposición mantendrá a Almeida en el poder si se presenta la oportunidad. De hecho, la mayoría apoyaría a Begoña sin apenas exigencias ni líneas rojas, tal y como ha podido comprobar este medio. Rita Maestre es la primera que no se puede permitir «el lujo» de mantener al frente de la capital a un Almeida que, según la información que manejan en Más Madrid, era «consciente» de todo lo que ocurría en las dependencias municipales durante el espionaje a la presidenta de la Comunidad de Madrid. Fuentes cercanas a Rita Maestre así lo aseguran e insisten en que si Begoña da el paso, la apoyarán. Lo mismo con el resto de agrupaciones. Pero lo cierto es que la vicealcaldesa lo tiene todo de cara, incluso el marco legal.

El Reglamento Orgánico del Pleno del Ayuntamiento de Madrid establece en su artículo 101 que la moción de censura se regirá en todos sus aspectos por lo dispuesto en la legislación electoral general. Por ello, al acudir a la Ley Orgánica de Régimen Electoral General, en artículo 197 establece los requisitos para presentar la moción de censura en los ayuntamientos. En ningún momento establece ninguna limitación temporal, por lo que puede presentarse en cualquier momento de la legislatura. La figura que si tiene limitación temporal es la cuestión de confianza que no podrá ser presentada en el último año de legislatura según marca el artículo 197 bis de la LOREG.

Por supuesto, un alcalde tampoco tiene la capacidad de adelantar las elecciones, tal y como hizo Ayuso ante la amenaza que suponía Ciudadanos entonces. Con lo cual, al PP tan solo le queda «rezar». La supervivencia del partido al frente de Madrid depende exclusivamente de que Villacís no quiera ser alcaldesa. Si Begoña se niega a dar un paso hacia el bastón de mando, Almeida acabará una legislatura con buenos resultados, pues las encuestas auguran que el PP crece en detrimento de Ciudadanos. Otra cosa será que Villacís dé un golpe encima de la mesa como consecuencia de la comisión de investigación, algo que temen también en el partido.

CERO ASISTENCIA

Almeida prometió que llevaría de los pelos a todos los implicados en el espionaje a la presidenta de la Comunidad de Madrid. De hecho, debería empezar por la propia Ayuso, pues está citada. Si alguien va a comparecer en la comisión, será por suerte o porque se ha equivocado de destino. Pocos, por no decir casi nadie, han confirmado en su círculo más íntimo que acudirán a la comisión de investigación que arranca a finales de mes, tal y como ha podido comprobar MONCLOA.com. No sabemos hasta qué punto lo «satisfactoria» que sea esta investigación influirá en Villacís para presentar la moción, pero sí que el PP está tenso por la decisión que pueda tomar.

El propio exdirector de coordinación de la alcaldía y hasta hace poco mano derecha de Almeida, Ángel Carromero, es el primero que dimitió por el escándalo. El problema es que nadie se muestra del todo convencido sobre si el alcalde será capaz de arrastrar a la comisión a quien llevaba los asuntos internos del regidor. Carromero fue la sombra de Almeida durante tres años y en el PP hay mucha tensión por lo que pueda decir en la comisión. Si no va, malo porque podría azuzar la idea de que la comisión no ha logrado su objetivo. Y si va, malo también porque la tensión se podría mascar en el ambiente por lo que pudiera decir sobre lo ocurrido.

De momento, Villacís niega categóricamente que vaya a presentar la moción de censura. Pero de momento. Su entorno insiste en que la vicealcaldesa no está en eso, pero también insiste en que hablamos de la versión oficial. Sea como sea, los temores del PP son fundados: todos apoyarían a Villacís, no tienen reglamento al que aferrarse y la comisión de investigación será una fiesta de la democracia a la que no acudirá prácticamente nadie. Con todo esto sobre la mesa, solo queda saber si Villacís quiere ser alcaldesa de Madrid o no. Si opta por la segunda respuesta y prefiere ser una dirigente más en el entramado del Ayuntamiento, no habrá riesgos para Almeida. Ahora bien, si quiere ser la cabeza visible de la capital de España, el grupo popular puede echarse a temblar.