El secreto para hacer una fabada sana en solo diez minutos

Con la llegada del otoño y del mal tiempo primamos de nuevo los platos calientes y de cuchara, tras abusar de ensaladas, helados, ensaladillas y picoteo. Es momento de volver a la cocina de toda la vida y a recetas tradicionales que son mano de santo contra el frío y el hambre. Son platos deliciosos, saciantes y nutritivos como la fabada asturiana. Pero muchos ponen la pega de ser un plato demasiado fuerte. Pues tenemos la solución para que cocines una versión saludable y además en muy poco tiempo. Toma buena nota.

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EL COCINADO DE LA FABADA PERFECTA PARA COMENZAR EL OTOÑO

Ya estamos en el día siguiente, el del cocinado. Lo primero es volcar las judías en la olla superrrápida con el propio agua del remojo. Una vez más el líquido solo debe cubrirlas lo justo, ya que con más agua quedarían demasiado caldosas.

A continuación, añades la cebolla pelada y entera, el tocino y el lacón, ya desalados, más el chorizo, las morcillas (pero pinchado con un palillo para que en la cocción no acaben reventadas). Muy importante: por ahora no añadas nada de sal puesto que aunque el lacón está desalado, en la cocción puede soltar aún más.