La Navidad es un tiempo especial en el que las familias se reúnen y comparten tiempo juntos. Sin embargo, no todas las familias consiguen que todos sus integrantes congenien. A menudo, suele pasar que las reuniones familiares no son el momento más enriquecedor del mundo. Algunos están deseando que acaben las fiestas para dejar de dar explicaciones sobre su vida personal o fingir que les caen bien parientes que no son de su agrado.
1Necesitamos una buena excusa
No ir a una reunión familiar puede ser visto como una falta de respeto. Faltar en la época más especial del año puede acarrear problemas que terminen por generar un mal ambiente familiar o romper vínculos. Para que esto no nos pase, es propicio encontrar buenas excusas para no tener que ir a esos encuentros que tan poco aporte otorgan a nuestra vida. Por lo general, escaquearse de una reunión de estas características no es fácil. Todos esperan que vayas y a no ser que encuentres una excusa creíble serás la comodilla de la cena.
