“Apaga y vámonos”: el 43 Grupo del Ejército del Aire

Los aviones apaga fuegos de nuestra fuerza aérea son una de las imágenes típicas del verano en España. Gracias a su labor, durante más de medio siglo, los incendios forestales han sido menos devastadores y se han salvado vidas y propiedades a lo largo y ancho de toda nuestra geografía. Desgraciadamente en esta primavera ya han tenido que realizar sus primeras misiones de extinción en los recientes incendios forestales que han afectado a Asturias, haciendo honor a su lema: “Apaga y vámonos”.

El 43 Grupo de Fuerzas Aéreas está ubicado en la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) y tiene como misión colaborar en la extinción de incendios forestales. La misión de extinción aérea es sin duda uno de los vuelos que más riesgos entraña. El vuelo a muy baja altitud, las líneas eléctricas prácticamente invisibles para los pilotos, el humo que disminuye la visibilidad y apaga los motores, el viento que provoca turbulencias, la gran concentración de medios aéreos, la orografía, que suele ser escarpada, las tomas en el agua, ya sea en embalses o en el mar… Factores de riesgo que el 43 Grupo asume y afronta con seguridad, a través de un continuado plan de adiestramiento.

La seguridad en vuelo y el personal, lo mejor del 43

La mejor prueba de la preparación de los aviadores del 43 es que, a pesar de trabajar en estas condiciones extraordinariamente peligrosas, llevan 20 años sin sufrir un accidente. En marzo de 2003 ocurrió en la bahía de Pollensa el último accidente con víctimas mortales de la unidad. Todo un logro para unas tripulaciones que se enfrentan cada verano a los vuelos más peligrosos que puede afrontar un piloto en tiempo de paz.

En el 43 el elemento humano es la clave. Más de 160 personas, entre pilotos, mecánicos y personal de apoyo, que año tras año, 24/7 los 365 días, dan lo mejor de sí mismos luchando contra el fuego.

Para ello, opera 14 aviones Canadair CL-215T y 4 CL-415, todos ellos mantenidos por el Ejército del Aire en la Maestranza Aérea de Albacete y en la propia base aérea de Torrejón. Son aeronaves que tienen una longitud de 20 metros, 30 metros de envergadura y 10 de altura. Tienen una autonomía de 4 horas y media en misión de extinción, un peso máximo al despegue de 26 200 kilos, una potencia de 5000 cv y son capaces de cargar 6000 litros de agua. No obstante, la versión CL-415 presenta algunas diferencias como mayor capacidad de carga de agua, sistema de agua con 4 compuertas de descarga en lugar de 2 y cabina electrónica en vez de analógica.

50 años de lucha contra los incendios forestales

En 2021 el 43 Grupo cumplía medio siglo de vida. Fue en 1970 cuando el Ministerio de Agricultura de España decidió adquirir los dos primeros aviones CL-215 a la empresa canadiense Canadair, al considerar que sería la aeronave más apropiada para combatir los incendios forestales desde el aire en nuestro país. Los dos Canadair aterrizaban en la base aérea de Getafe el 8 de febrero de 1971, procedentes de Montreal, tras 23 horas y 20 minutos de vuelo.  Cincuenta años luchando contra el fuego desde el aire, en los que los ‘botijos’ han volado más de 185 000 horas, 86 000 de ellas en misiones reales de extinción de incendios forestales, en España principalmente, y en el extranjero, en apoyo a otras naciones como Portugal, Francia, Marruecos, Italia, Grecia, Bulgaria e Israel. Todo un hito en la historia del Ejército del Aire y en la historia de la lucha contra los incendios forestales.

Medio siglo de acción contra el fuego del Ministerio de Defensa, con la implicación plena del 43 Grupo. Actualmente lo hace en virtud de un convenio de colaboración con el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, que tiene como objeto establecer las condiciones de operatividad, mantenimiento y disponibilidad de los medios aéreos en la lucha contra los incendios.

Campaña de verano

Entre el 31 de octubre y el 1 de junio se mantienen 2 aviones con sus tripulaciones en situación de despegue inmediato en la base de Torrejón. Sin embargo, es en la denominada campaña de verano, entre el 1 junio y el 31 de octubre, cuando la unidad realiza su mayor esfuerzo, manteniendo un mínimo del 70% de los aviones disponibles, listos para actuar en cualquiera de las áreas de riesgo de la península y las islas. Empieza la campaña de manera progresiva, con aeronaves destacados en Pollensa, además de las de Torrejón, durante la primera quincena de junio, y a partir de la segunda quincena con despliegues en Santiago de Compostela, Zaragoza, Albacete, Málaga, Palma de Mallorca, Salamanca y Talavera.