Operación de rescate en Sudán: misión cumplida

Este pasado domingo, poco antes de las 11 de la noche hora peninsular, un A-400M del Ala 31 del Ejército del Aire y del Espacio despegaba de un aeródromo a 20 Km al norte de Jartum, la capital de Sudán, con más de un centenar de personas que huían de la guerra. Al igual que sucedió hace dos años en el aeropuerto de Kabul, las capacidades que aporta el Airbus A-400M a las fuerzas armadas españolas volvieron a salvar vidas. Un avión, además, ensamblado por el consorcio europeo en la factoría sevillana de San Pablo, en donde mantiene miles de puestos de trabajo de alta cualificación. 

Los españoles que estaban en nuestra embajada en Jartum están ya de vuelta en España. Tras una escala en Yibuti, aterrizaban en la mañana del lunes en la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid), a bordo de un avión del Ejército del Aire y del Espacio. Más de tres decenas de españoles y alrededor de 70 ciudadanos de otras nacionalidades componían el pasaje que despegó de Jartum en una operación coordinada por Defensa y Exteriores.

El avión militar español despegó de Sudan con pasajeros de ocho nacionalidades distintas (portugueses, italianos, polacos, irlandeses, mexicanos, venezolanos, colombianos y argentinos) además de españoles y sudaneses. 

La operación de traslado desde la Embajada de España en Jartum hasta el aeródromo desde el que despegó el avión del Ala 31 se desarrolló sin ningún tipo de incidente gracias al dispositivo de seguridad organizado para garantizar la integridad del traslado de todos los miembros del convoy.

Además de los evacuados en el operativo organizado por nuestras fuerzas armadas, otro grupo de  españoles decidió, voluntariamente, permanecer en Sudán o abandonarlo por otros medios. Algunos más habían conseguido salir del país antes de la puesta en marcha de este dispositivo.

El despliegue de nuestras fuerzas armadas

El operativo, por parte de las fuerzas armadas españolas, había comenzado el pasado viernes con el despegue, desde su base de Zaragoza, en vísperas del puente de San Jorge en la capital aragonesa, de los dos primeros A-400M del Ala 31 con destino a Yibuti. A bordo los equipos de seguridad del Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo (EADA), también basado en Zaragoza, como sucedió en la operación de rescate en el aeropuerto de Kabul de agosto de 2021. Se volvía a poner así de manifiesto, una vez más, la capacidad expedicionaria de nuestra fuerza aérea.

En total han estado implicados en esta operación cuatro aviones del Ejército del Aire y del Espacio, un Airbus A-330, del 45 Grupo de Fuerzas Aéreas y tres A-400M  del Ala 31, que han operado desde sus bases de Torrejón y Zaragoza respectivamente, hasta Yibuti y Sudan. A bordo todo el personal y material militar necesario para una operación de rescate como esta. Entre ellos una compañía de 90 paracaidistas de la Brigada Paracaidista (BRIPAC) y ocho componentes del Mando de Operaciones Especiales del Ejército de Tierra, y varios vehículos blindados Uro VamTac, fabricados por la empresa española UROVESA en Santiago de Compostela. En esta operación de rescate de personal no combatiente, NEO como se conoce por sus siglas en inglés, han participado cerca de 200 militares de los Ejércitos del Aire y de Tierra.

Ha sido de vital importancia para el éxito de la misión el contar, en Yibuti, con el apoyo del personal del Destacamento Orión del Ejército del Aire y del Espacio, que desde enero de 2009 mantienen un avión de vigilancia marítima en este pequeño país del Cuerno de África, para luchar contra la piratería en el Océano Índico, en el marco de la operación Atalanta de la Unión Europea. El destacamento Orión se ha convertido en improvisada base avanzada para el despliegue de la operación de evacuación de personal civil español en Sudán tras el estallido del conflicto armado y en clave para el éxito de la operación. Enhorabuena, desde aquí, a todos los que han hecho posible esta nueva operación de rescate.

El A-400M: un factor estratégico para España

Con esta operación de rescate en Sudan se ha vuelto a poner de manifiesto, como ya sucediera en la operación desarrollada en el aeropuerto de Kabul en agosto de 2021, que los aviones Airbus A-400M que opera el Ala 31 de nuestro Ejército del Aire y el Espacio aportan una capacidad estratégica esencial para la política exterior de España. 

Actualmente, esta unidad opera, desde la base aérea de Zaragoza,  14 aeronaves Airbus A-400M. España contrato un total de 27 aviones con Airbus, al comienzo del programa. Con ello aseguró que la línea de ensamblaje final de todos los aviones A-400M construidos se instalara en el aeropuerto sevillano de San Pablo. Sin embargo, parece ser, que el Ministerio de Defensa pretende renunciar a estos 13 A-400M pendientes de entregar y conformarse con las 14 aeronaves ya operativas en nuestro Ejército del Aire y del Espacio. Esperemos que esta operación en Sudan le haga replantearse esta decisión a Margarita Robles, puesto que los A-400M actualmente operativos pueden ser insuficientes, si de lo que se trata, en un futuro, es desplegar a la BRIPAC entera y no solo a una de sus compañías, como ha sucedido este fin de semana. Además, las misiones pueden prolongarse y a las tropas desplegadas por vía aérea hay que suministrarles municiones, combustible y toda clase de víveres, también por vía aérea. Cuando llegue esa misión, que probablemente llegará, esperemos no tener que echar de menos a los 13 A-400M que según el Ministerio de Defensa ahora nos sobran.