En el interior de Cantabria, al fenómeno que ocurre cuando los rayos de sol se cuelan entre las nubes se le conoce como ‘rojana’. Un significado muy parecido al que se le otorga a esta palabra en el Diccionario Montañés, donde equivale a la «momentánea salida del sol entre nubes». Así es como ve la Fundación Felipe González la imagen que dejó la figura de Alfredo Pérez Rubalcaba y a su trayectoria política y vital. Es por eso que han querido, un año más, celebrar el próximo 12 de junio el III Premio Rojana en memoria del ex ministro y ex vicepresidente socialista que formó parte de los gobiernos de Felipe González y de José Luis Rodríguez Zapatero.
«Es un homenaje a la memoria de una figura clave de la política española fundamental para entender gran parte de la etapa democrática», así define la organización este Premio que lleva el nombre de Alfredo Pérez Rubalcaba y que se entrega desde 2020 para reconocer a personas o instituciones «cuyas trayectorias se identifiquen con el compromiso, el diálogo, la concordia o la capacidad de llegar a acuerdos». La Fundación Felipe González quiere así no olvidar al político cántabro que falleció en 2019 a los 67 años a causa de un ictus en el Hospital Puerta de Hierro de Madrid.
Para ello, el 12 de junio la Fundación celebrará la entrega del Premio Rojana ‘Alfredo Rodríguez Rubalcaba’ en la Residencia de estudiantes de Madrid, en la Calle Pinar, 21 y a la que asistirá como parte del jurado Joan Manuel Serrat, por haber sido galardonado con este trofeo en 2022. Al compositor y poeta le acompañarán ocho miembros más para decidir al ganador: Elena Valenciano Martínez-Orozco, presidenta de la Fundación Felipe González, María González Romero, Jaime Lissavetzky Díez, José María Pérez «Peridis», Josu Jon Imaz San Miguel, María Dolores Gorostiaga Saiz, José Antonio Zarzalejos Nieto y José Enrique Serrano Martínez. Además, también estará presenta para cerrar el acto Elena Pérez Rubalcaba.
La Fundación Felipe González quiere premiar «el valor del compromiso»
Este galardón se desprende de las intenciones de la Fundación Felipe González de «retomar la conversación con Rubalcaba», un político que estuvo durante 21 años de manera ininterrumpida en las filas del partido socialista y que, cuando se retiró de su escaño en 2011, hizo que toda la bancada del Parlamento se levantara y le aplaudiera durante más de tres minutos seguidos, incluyendo a la zona de los populares, donde se encontraban Alberto Ruiz Gallardón, Cristóbal Montoro y Fátima Báñez.
Solo su despedida ya es un ejemplo claro de la estela que dejó Alfredo Pérez Rubalcaba. Un reflejo político que la Fundación Felipe González quiere no solo premiar, sino tampoco olvidar. Por eso, su compromiso con esta figura política va más allá del Premio Rojana, ya que este es solo una parte del ‘Espacio Rubalcaba’, cuyo objetivo es «fomentar valores como el diálogo, el valor de la palabra dada o el compromiso con la democracia». De esta manera, la organización quiere «mantener vivos su memoria y su talento y proyectarlos al futuro», ya que consideran que siguen siendo «más necesarios que nunca».
Una forma de «Aprender del pasado» para «aportar al futuro»
La Fundación Felipe González tiene claros sus objetivos: quiere ser parte de las respuestas a los retos políticos y sociales del siglo XXI, favorecer el conocimiento de la política española e internacional y poner en manos de la ciudadanía un archivo de «enorme importancia para la historia de España». Es por ello que la organización que lleva el nombre del segundo presidente de la Democracia Española cuenta con un fondo documental que represente de manera integral la época de 1970 hasta la actualidad, con la que quiere crear «un lugar de encuentro entre política y ciudadanía, abierto a la investigación y la crítica».
Dentro de su archivo, la Fundación Felipe González acogió la cesión del depósito documental de Alfredo Pérez Rubalcaba y actualmente esta documentación forma parte de los fondos que los ciudadanos pueden consultar para conocer en profundidad el papel fundamental que realizó el político cántabro en la política española durante más de veinte años. Gracias a su cónyuge, Pilar Goya, y a la creación del ‘Espacio Rubalcaba’ por parte de la Fundación Felipe González, actualmente el papel de quien fue «la voz de la concordia, el compromiso y de la capacidad de llegar a acuerdos» seguirá presente en un país que, actualmente, sigue necesitando de políticos como Alfredo Pérez Rubalcaba.
