Políticos ‘indepes’ y empresarios pragmáticos presionan a Carles Puigdemont 

Una negociación «más exigente que intransigente» le pidió el expresident Artur Mas a Carles Puigdemont. Mas añadió: «No hay que temer la repetición electoral, porque si no pierdes fuerza en la negociación, pero tampoco debes hacer la temeridad de ir a unas nuevas elecciones».

Esta es una de las innumerables presiones que está recibiendo Puigdemont para que obtenga inversiones, competencias y otras conquistas para Cataluña, impidiendo de paso la posibilidad de que se cierre un Gobierno PP-Vox en una hipotética repetición electoral.

ERC EMPUJA EN FAVOR DE UN GOBIERNO

Pere Aragonès, Oriol Junqueras o Gabriel Rufián firmaron una reciente carta en el diario Ara para asegurar que «en un escenario complicadísimo en que, para parar a la derecha española, buena parte de la sociedad catalana ha optado por dar apoyo a partidos de obediencia española, las urnas han dado al independentismo una nueva oportunidad: los catorce diputados independentistas catalanes son necesarios para la gobernabilidad del Estado, y es una buena noticia que así sea».

«Hoy el PSOE no tiene ninguna otra mayoría alternativa. Tenemos una palanca de fuerza que hemos de saber aprovechar juntos, para avanzar, para construir, como siempre hemos defendido en Esquerra Republicana, hacia la amnistía y la autodeterminación, y para mejorar la vida de la ciudadanía», añaden.

Los republicanos afirman que «todos los votos del independentismo catalán son imprescindibles, y esto nos obliga a sumar esfuerzos para defender Cataluña. El PSOE ha de ser consciente de que si quiere gobernar su país, deberá respetar el nuestro».

También creen que «defender Cataluña quiere decir seguir avanzando en la negociación política que debe permitir el fin de la represión y dar la voz a los catalanes y las catalanas para que puedan decidir, libre y democráticamente, su futuro en un referéndum».

Y que «defender Cataluña quiere decir acabar con el drama que viven cada día miles de personas en las Rodalies de nuestro país completando el traspaso integral a la Generalitat», así como «acabar con el déficit fiscal actual, que provoca que los recursos que el país genera no se puedan destinar a mejorar sus servicios públicos».

Gabriel Rufián también había apuntado por el mismo camino tras cerrarse las urnas: «Desde el minuto uno nos ponemos a disposición para poner un precio, que debe ser alto y consensuado, para poner sobre la mesa del progresismo español un dilema: o Cataluña o Vox. Interpelamos directamente al resto del independentismo para que nos pongamos de acuerdo, porque lo podemos hacer. Sería un fracaso que no nos pusiéramos de acuerdo y la gente tuviera que votar eternamente».

EL SECTOR MODERADO DE JUNTS SE DUELE POR BARCELONA

El PSC obtuvo hace unas semanas la alcaldía de Barcelona gracias a los apoyos del PP y de esto se duele el sector que se suponía más proclive a dotar de una nueva investidura a Pedro Sánchez: el moderado.

Y es que su líder, Xavier Trías, no se ha repuesto del varapalo del pacto y ha mostrado su enfado con los socialistas: «En su día pedí a Jaume Collboni hacer las cosas fáciles y que no se limitara a no darme su apoyo por ser nacionalista. Ahora las condiciones son otras y nuestro precio al Estado es mucho más caro». «Collboni se presentó como alternativa a Ada Colau y prometió que no aceptaría los votos del PP. Acabó haciendo lo contrario para que yo no fuese alcalde. Es una situación bastante vergonzosa y es un engaño a los votantes», añadió.

Trías deja claras las pretensiones de su formación: «Nosotros ya hemos puesto sobre la mesa cuales son las condiciones para investir a Sánchez y ellos deben estar dispuestos a negociar seriamente. El PSOE ha de poner encima de la mesa que ofrece para que estos cuatro años sean provechosos para Cataluña».

LOS EMPRESARIOS TAMBIÉN PROMUEVEN QUE JUNTS APOYE AL PSOE

El presidente de la CEOE Antonio Garamendi parecía bendecir la llegada de Alberto Núñez Feijóo a La Moncloa, pero el revés electoral del PP, que había prometido mantener la Reforma laboral, ha terminado con Garamendi asegurando que es «progre».

El directivo, ante un Gobierno socialista influido por los independentistas, podrá recordar que avaló los indultos a los líderes del procés para enfado del Partido Popular que lideraba Pablo Casado, atónito ante el discurso del presidente de la CEOE. También parece haber girado a la izquierda Josep Sánchez Llibre.

El president de Foment del Treball sonaba como ministro de Trabajo de Alberto Núñez Feijóo y, pese a ello, ahora está empujando a que Puigdemont apoye la investidura de Sánchez.